Un adolescente de 13 años sobrevivió de milagro a un accidente en el que se le incrustó en el cráneo un tornillo de construcción de 15 centímetros de largo.
La punta quedó a sólo un milímetro de perforar el tejido cerebral de Darius Foreman, lo que hubiera sido fatal para el chico, según informa el New York Post.
Esto sucedió en Maryland, Estados Unidos y afortunadamente Foreman ya se encuentra recuperándose. Los doctores además le dieron como regalo el tornillo que extrajeron de su cabeza.
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Source: Ay Ojon
