El jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, instó el viernes a otros países a no usar al Líbano para un conflicto de intereses de terceros, tras la crisis desatada con la renuncia del primer ministro Saad Hariri.
Tillerson calificó a Hariri, quien anunció su renuncia el 4 de noviembre desde Arabia Saudita, como un “fuerte aliado” de Washington.
“Estados Unidos insta a todas las partes, dentro y fuera de Líbano, a no usar a Líbano como campo de un conflicto de intereses o de cualquier manera contribuir a la inestabilidad en ese país“, agregó el secretario de Estado en un comunicado.
El pasado sábado, Hariri anunció sorpresivamente, desde Riad, su dimisión, denunciando el “control” en el Líbano de la milicia chiíta Hezbollah, miembro de su gobierno pero también el mayor aliado de Irán.
El jefe de Hezbollah, Hassan Nasrallah, acusó el viernes a Arabia Saudita de tener “detenido” a Hariri, en lo que calificó de una descarada interferencia saudita en los asuntos libaneses y de un “comportamiento humillante con el primer ministro”.
Se trata, según el líder de Hezbollah, de “un insulto contra el primer ministro libanés es un insulto contra todos los libaneses, incluso aunque tengamos diferencias políticas con él”.
Más temprano este viernes, Tillerson había dicho a periodistas, durante un viaje por Asia, haber recibido la “garantía” de las autoridades sauditas de que Hariri “había tomado sólo su decisión” de dimitir y no tener “ninguna indicación” de que estaría retenido contra su voluntad.
Pero expresó su preocupación por los efectos que podría tener la renuncia en la estabilidad del gobierno libanés, compuesto por una coalición de cristianos y musulmanes sunitas y chiítas.
Tillerson dijo que esa estructura ha servido para mantener una cierta calma y paz en Líbano, y que si ese balance fuese trastocado la situación podría cambiar.
“Estados Unidos totalmente apoya la soberanía e independencia de la República del Líbano y de sus instituciones políticas” y se opone “a toda acción que pudiera amenazar la estabilidad”, señaló Tillerson en el comunicado el viernes.
En un mensaje que parece dirigido principalmente a Irán y Hezbollah, el jefe de la diplomacia estadounidense advirtió que “no hay un lugar legítimo en Líbano para cualquier fuerza, milicia o elementos armados extranjeros que no sean los las fuerzas de seguridad legítimas del Estado libanés, que deben ser reconocidas como la única autoridad en la seguridad de Líbano”.
El Secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió el viernes que un nuevo conflicto en Líbano tendría “consecuencias devastadoras” y dijo que estaba comprometido en “intensos” contactos con todas las partes para buscar una distensión de la situación.
La renuncia de Hariri parece abrir una nueva escalada en la lucha de poder entre Arabia Saudita e Irán, las dos potencias regionales con intereses contrapuestos en Líbano pero también en Yemen y Siria.
Desde el sábado pasado, Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Báhrein ordenaron a sus ciudadanos abandonar “inmediatamente” el Líbano.
Con información de AFP
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Source: Infobae