La desaparición del vuelo 370 de Malaysia Airlines provocó una serie de propuestas de seguridad destinadas a evitar que otro avión desaparezca inexplicablemente. Sin embargo, cuatro años después, esa posibilidad aún permanece.
Eso se debe a que los requisitos internacionales para que los nuevos aviones transmitan sus ubicaciones cada minuto cuando están en problemas no entran en vigencia hasta enero de 2021. La desaparición del vuelo 370 sigue siendo el mayor misterio en la aviación moderna, y la búsqueda para encontrarlo fue la más larga que se ha hecho jamás. Hace unas semanas, un nuevo equipo reanudó la búsqueda en el Océano Índico.
En una era donde la gente puede rastrear sus iPhones y sus dispositivos Samsung Galaxy en tiempo real, la industria del transporte más avanzada del mundo todavía no está obligada a hacer lo mismo para embarcaciones que transportan unos 4,000 millones de pasajeros al año. Y esa regla del minuto no se aplica a la flota actual de 23,500 aviones de pasajeros y los miles más que se unirán a ellos en los próximos tres años, principalmente en Asia.
“No se puede decir que algo como lo del MH370 no va a volver a pasar, porque sí que puede pasar”, señala David Stupples, profesor de sistemas electrónicos y de radio en la Universidad de Londres. “Hasta 2040 o 2050, habrá una gran cantidad de aviones que no tengan instalados ese sistema de rastreo”.
El ajuste gradual comenzará en noviembre, cuando las aerolíneas tengan que rastrear a los aviones cada 15 minutos, según las regulaciones adoptadas por la Organización de Aviación Civil Internacional de las Naciones Unidas. Algunos operadores que ya cumplen con este requisito son Malaysia Airlines, Singapure Airlines, Qantas Airways y Qatar Airways.
Aún así, un avión que navega a 925 kilómetros por hora y que desaparece en un intervalo de 15 minutos crea una zona de búsqueda potencial de aproximadamente 170,000 kilómetros cuadrados. Eso es equivalente al tamaño de Florida.
Hubo pocas posibilidades de encontrar sobrevivientes a tiempo, especialmente en mar abierto, y los restos hundidos podrían escapar de su detección durante años, según cuenta Geoffrey Dell, un científico especializado en seguridad de la Universidad Central de Queensland, en Australia, que ha trabajado en el área de la aviación desde 1979.
En comparación, la zona de búsqueda para un avión que informe de su ubicación cada minuto, sería de 748 kilómetros cuadrados, un área 227 veces más pequeña.
“La industria toma medidas estratégicas para garantizar la seguridad, pero se mueve de forma muy deliberada”, dijo en un correo electrónico Tom Schmutz, director ejecutivo de Flyht Aerospace Solutions. “Los operadores, generalmente, han retrasado el cambio porque pueden entrar en conflicto con las ganancias operacionales“.
Flyht, con sede en Calgary, vende tecnología comercial que rastrea aviones por satélite. Su Sistema Automatizado de Informes de Vuelo es aproximadamente del tamaño de un maletín, cuesta menos de USD 60,000 y puede identificar la ubicación de un avión en el aire cada 20 segundos.
Schmutz subraya que cerca de 1,800 aviones han instalado el producto.
El lento despliegue de seguimiento se produce durante un período de crecimiento sostenido para la industria de la aviación mundial, especialmente en Asia.
MH370 desapareció el 8 de marzo de 2014, mientras volaba a Beijing desde Kuala Lumpur con 239 personas a bordo. Los expertos mapearon la ruta aleatoria del Boeing 777 sobre el Océano Índico después de ser captado por un satélite.
Solo se encontraron unos pocos restos en África, pero no se recuperaron los cuerpos. La empresa estadounidense de exploración Ocean Infinity reanudó la búsqueda el mes pasado con una promesa de hasta USD 70 millones del gobierno malasio si la operación tiene éxito.
La OACI dijo que se “movió con bastante rapidez” para desarrollar nuevos intervalos de seguimiento después de la falla del MH370 y esas reglas contienen un incentivo para que las líneas aéreas modernicen la nave en servicio para permitir un informe al minuto.
Bajo las reglas que entrarán en vigor en 2021, un avión cambiaría, de forma automática, a un seguimiento al minuto cuando los sistemas detectaran que la aeronave está en apuros debido a turbulencias, dificultades mecánicas o un cambio de rumbo inexplicable, como durante un secuestro o si la tripulación se queda inconsciente.
Los pilotos no pueden apagar el sistema si se activa automáticamente y solo se desactivaría si el avión puede volver a volar con seguridad.
En cambio, un piloto sí podría apagar el sistema si lo ha activado manualmente.
Los desafíos relacionados con el seguimiento minuto a minuto incluyen agregar poder de cómputo y ancho de banda de Internet para procesar grandes volúmenes de datos. El sistema más estricto también puede requerir reservar más espacio en la ráfaga de satélites que se lanzan para satisfacer las demandas de conectividad constante en Internet.
El retraso de casi siete años que existirá entre la desaparición del MH370 y la puesta en marcha del sistema de seguimiento al minuto muestra la lucha que está teniendo lugar dentro de la industria.
Las aerolíneas no han implementado inmediatamente la tecnología de seguimiento en todos los aviones comerciales, con un costo potencial de más de USD 1,000 millones, en parte porque un caso como el del MH370 es muy raro.
“Siempre tiene que ver con una decisión comercial”, comenta Dell, un ex gerente de seguridad de Qantas. “¿Realmente se justifica cuando ese accidente no vaya a suceder nunca más en tu vida, según las estadísticas? Se necesita algo como lo del MH370 para cambiar el pensamiento de las personas”, apostilla.
Source: Infobae