TOLUCA, Méx.-11 JUNIO 2016.-Paula llevará la marca de haber sido una más de las víctimas de la delincuencia que azota al municipio y al Estado de México en los últimos años, en su mano izquierda tiene las huellas del asalto que pudo terminar con su vida pero el instinto de sobrevivencia le da oportunidad de relatar la pesadilla que vivió despierta.
El pasado 28 de abril, regresaba de una capacitación en su trabajo, cerca de las 21:00 horas, después de bajar del camión que la llevó de Toluca a Palmillas en la zona del mercado de la Aviación, en un instante, un sujeto, al que nunca identificó, la abordó tomándola del cuello con una navaja para asaltarla.
“Apareció de la nada, me tomó del cuello, pensé que me iba a clavar el cuchillo, me tiró al suelo, no pude resistir, ni pedir ayuda, no había nadie, me amenazó dijo que si quería vivir no gritara o me mataba y me tiraba al canal de aguas negras que estaba al lado”, relató la joven de 21 años aún con la imagen clara del asalto.
Fueron solo dos minutos que el sujeto tardó para despojar a Paula de su bolso y su celular, que eran las únicas pertenencias que esa noche llevaba consigo, por eso temió también que el ladrón al no conformarse intentara violarla.
“Cuando intentaba sacarme el celular de la chamarra empezó a manosearme y me dijo que me iba a violar sino no le entregaba todo lo que traía, me rompió el cierre de la chamarra, y en mi intento de protegerme me cortó los dedos de la mano izquierda, se me rompieron todos los tendones salí corriendo “, recordó.
Tras pasar el transe del asalto, tuvo fuerza para levantarse, llorando corrió hasta llegar a su casa que se ubica a unos metros en el barrio de Jesús, donde le contó todo lo ocurrido a su madre, sin embargo, nunca levantó denuncia y su caso quedó como el de otras jovencitas que no denuncian por temor.
Recuerda el frío que el aire penetraba la herida de dónde escurría la sangre, se hizo un vendaje con su bufanda y corrió hacia su casa; del sujeto solo recordó que traía una gorra puesta, era de estatura regular y tez morena, evita recordarlo, su familia al igual que ella, están igual de incrédulos de la justicia, no le ven razón a la denuncia.
La marca física del asalto, además de la psicológica, la lleva tatuada sobre su mano izquierda, sobre sus dedos que le quedaron inmóviles por la ruptura de los tendones, lo que le ha impeido a regresar a su trabajo de promotora de productos en centros comerciales.
“Me dieron incapacidad, ya llevó un mes así y empezé a tomar terapia” comenta la joven, quien de manera sorprendente se mira fuerte, suelta y aparentemente sin temor mientras relata su anécdota, sentada en una silla de su casa.
La zona en la que vive, ubica en la parte norte de Toluca, carece de alumbrado público, rondines de patrullas, y cámaras de videovigilancia sería impensable, por lo que para autoprotegerse deben colocar sus propias luminarias, o pagar su vigilancia.
Su caso, es otro de los documentados en los últimos dos meses en Toluca contra mujeres,en este caso, la víctima de la propia voz pudo relatar lo ocurrido.
————–
Si deseas ver el contenido completo o mas dale click en el enlace de abajo.
Post y Contenido Original de : A Fondo Mex
Paola lleva en su mano una huella permanente de la delincuencia en Toluca
—————–
