Fiona Simpson, una joven madre, utilizó su cuerpo como armadura para salvar a su bebé de enormes granizos. La mujer se encontraba manejando hacia su casa con su hija y su abuela, cuando comenzó a granizar.Minutos después, escuchó un fuerte golpe y vio que un granizo había roto la ventana trasera más cercana a donde se encontraba la pequeña. Sin dudarlo ni un segundo, se pasó para atrás y con su cuerpo protegió a la menor. Posteriormente, una ventana delantera se rompió y, de igual manera, la abuela de Simpson resultó expuesta al hielo, que le dejó moretones.Cuando la tormenta se calmó, ambas pidieron ayuda en una casa cercana. Luego de un par de horas, las afectadas tuvieron que acudir a un hospital para tratar sus múltiples lesiones. Simpson publicó las fotografías en su cuenta de Facebook y rápidamente se hicieron virales. leer más
Source: El Gráfico