En Maracaibo, la capital del estado Zulia, situada a un promedio de 709 kilómetros de Caracas, la capital venezolana, las autoridades municipales de esa ciudad portuaria activaron un plan de fiscalización para garantizar el uso correcto de los puntos de venta.
El uso indebido de esas plataformas en línea se constituyó en una de las distorsiones de la economía diaria. Los mercados municipales, existentes en todas las capitales de los estados y en Caracas, la capital venezolana, se convirtieron en focos de deformaciones económicas que atentan contra la vida cotidiana del venezolano.
En estos mercados y otros espacios comerciales formales e informales venden alimentos y otros bienes por más de 1.000% de su precio real, contribuyendo con la hiperinflación inducida en Venezuela.
Ésta es una de las expresiones de la “guerra económica”, como ha sido denominada por el gobierno revolucionario del país suramericano y las fuerzas políticas y sociales que lo respaldan, las agresiones internas y externas que ha recibido en los últimos años esa nación y su pueblo, con fines de la desestabilización política del gobierno de Nicolás Maduro.
En estos mercados y otros espacios de intercambio comercial diario de alimentos y otros bienes de consumo, el mismo producto puede tener precios diametralmente distintos, según el sistema de pago utilizado, en dinero en efectivo, través de los puntos de venta de los bancos o transferencias financieras.
En virtud de la escasez de dinero en efectivo producto de la extracción de la moneda física por parte de mafias promovidas en el interior de Venezuela y en el ámbito internacional, los bienes tienen un costo más alto cuando se trata de pagar en puntos de venta o por transferencias.
Igualmente son utilizados los puntos de venta y las transferencias para comprar dinero, contribuyendo a la gran distorsión actual de la economía del país andino.
Los mercados municipales, existentes en todas las ciudades venezolanas, por lo menos las capitales de los estados, se han constituido en uno de los epicentros de ésta y otras desfiguraciones de la economía real de Venezuela, que golpea severamente a su población.
Por esta razón el presidente de la nación suramericana, Nicolas Maduro, el pasado 28 de mayo, anunció la reestructuración de todos los mercados municipales de Venezuela, que dependen de los gobiernos locales de las ciudades, pero que en los últimos años han perdido su control y se han constituido en uno de los principales centros de agresión contra la población.
La reestructuración se ejecuta a través de la Gran Misión Abastecimiento Soberano, instancia creada para impulsar un nuevo esquema productivo interno de Venezuela.
Se trata de una estructura fundamental en el desarrollo del motor Agroalimentario, Farmacéutico e Industrial de la Agenda Económica Bolivariana, promovida por el gobierno de Venezuela para la construcción de un nuevo esquema económico que se propone Maduro, tras su reelección como presidente el pasado 20 de mayo.
Desde el pasado 28 de mayo, cuando Maduro, anunció la reestructuración de los mercados, hasta el presente, la Gran Misión Abastecimiento Soberano trabaja junto con las alcaldías, el proceso de transformación de estos espacios para el intercambio económico de la población, con fiscalizaciones, correctivos a distorsiones muy tangibles y diagnósticos de los mercados, como una primera fase de este proceso de reingeniería comercial.
Autoridades locales lideran proceso de reestructuración de mercados
En Maracaibo, una de las ciudades más pobladas de Venezuela, junto con Caracas y las centros urbanos del estado Miranda, la alcaldía de esa urbe portuaria, incautó primeros puntos de venta, como parte de la corrección y garantía del uso adecuado, y en defensa del cono monetario venezolano.
En Guarenas, en el municipio Plaza del estado Miranda, en el centro de Venezuela, el alcalde Luis Figueroa, ordenó la intervención a puertas abiertas de los mercados municipales existentes en ese ayuntamiento mirandino.
Figueroa indicó que esta medida se extendió a los mercados libres de Guarenas, que funcionan en la vía pública, para garantizar el abastecimiento del pueblo a precio justo.
En Juan Griego, la capital del municipio Marcano del estado Nueva Esparta, en la zona insultar y Oriente de Venezuela, las autoridades municipales comenzaron la reorganización de su mercado municipal y los nuevos cánones de arrendamiento para los locales comerciales del recinto popular, ubicado en pleno centro de esa zona urbana.
En Sucre, también el Oriente, pero en tierra firme, aplicaron registro y carnetización de más de 850 vendedores formales y 1.600 informales que hacen vida en el Mercado Municipal de Cumaná, en la capital sucrense.
Este martes 19 de junio la alcaldesa de Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui, Herminia García Ron, ordenó mediante decreto la intervención del mercado municipal de esa ciudad oriental.
La alcaldesa se comprometió a cumplir con el saneamiento y acabar con las mafias que operan en el mercado y atentan contra la estabilidad económica.
El proceso de reestructuración de los mercados municipales, que se lleva a cabo respetando las particularidades de cada estado y municipio de la nación, se extendió al mercado municipal de Maiquetía, en Catia La Mar, estado Vargas (La Guaira), en la costa central venezolana.
También en los mercados mayoristas, municipales y otros tipos de establecimientos que expenden alimentos en Valencia, en Carabobo. En ese estado central igualmente aplican rutas de abastecimiento y encadenamiento productivo en sus mercados municipales.
En Trujillo, en Los Andes, los sectores sociales organizados, se han integrado a los planes de fiscalización que se ejecutan; también en San Cristóbal, Táchira.
El proceso de reestructuración igualmente avanza en el estado Bolívar, en el Sur de Venezuela; en Coro y Punto Fijo, en Falcón, en el Centro-Occidente; en San Juan de Los Morros, Guárico, en Los Llanos y en las otras regiones, estados y ciudades del territorio venezolano.
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Source: El Ciudadano