El Obispo Sigifredo envió un mensaje navideño en el que Noriega Barceló mencionó que en este siglo, todos somos llamados a ser ángeles y pastores, aceptando la luz que brilla desde el pesebre y proclamándola con valentía en los nuevos escenarios.
El Obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, envió un mensaje navideño a los católicos del estado, donde destacó que la celebración de Navidad no es algo que ocurra sin dejar un impacto significativo. En lugar de eso, es una buena noticia que trae frutos duraderos.
El prelado mencionó que la Navidad es siempre algo positivo, ya que es un evento en el que Dios muestra su salvación y demuestra su amor por todos sus hijos.
El prelado afirmó que la Navidad siempre es positiva, ya que representa la salvación que Dios brinda a todos sus hijos, demostrando su satisfacción y favor hacia ellos.
El Obispo Sigifredo comentó sobre la situación en Zacatecas, expresando que es posible que todas las circunstancias actuales sean similares o incluso peores que las del año pasado. Esto se debe a que estamos enfrentando pensamientos confusos mezclados con miedo, aspiraciones mezcladas con incertidumbre y deseos mezclados con indiferencia.
Además, destacó que es importante que la gente aprenda a afrontar el momento presente, incluso en tiempos difíciles, ya que existe una realidad positiva que nos rodea y nos da fuerzas. Esta realidad se asemeja al mensaje de la Navidad, que nos invita a adentrarnos en el misterio de Dios y dejarnos envolver por su amoroso cuidado.
Además, mencionó que si cada año permitimos que Dios nos cuestione y celebramos este evento con modestia y asombro, nuestra vida se iluminará con un futuro lleno de esperanza, felicidad y tranquilidad.
La luminosidad que nos rodea y nos llena de alegría es el pequeño ser que hoy nos ha sido entregado desde lo más alto del cielo, desde la cuna en la que ha nacido el salvador.
Se menciona que nosotros, como ángeles y pastores de hoy en día, somos llamados a aceptar la luz que emana del pesebre y a proclamarla con valentía en los nuevos escenarios, enfrentando los desafíos que la cultura posmoderna nos presenta.
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El niño que vemos y honramos en Belén nos pide a todos, porque Dios no hace diferencias entre las personas, por lo que la oportunidad de la Navidad está disponible para aquellos que quieran arrepentirse y llevar una vida pacífica y justa que valga la pena. La iglesia no juzga a nadie y solo podemos mostrar la misericordia de Dios, que es gracia, perdón, paz, reconciliación y reunión.
La iglesia no tiene la autoridad para juzgar a nadie, su único propósito es demostrar la misericordia de Dios, que se caracteriza por su gracia, perdón, paz, reencuentro y reconciliación.
Frente al aumento de la violencia en México y Zacatecas, el líder religioso mencionó que, a pesar de las circunstancias negativas y sombrías, siempre hay posibilidad de encontrar esperanza y soluciones.
En la misa, acabo de escuchar a personas que están pasando por el dolor de perder a sus seres queridos. Para ellos, este tiempo no es propicio para celebrar y les pido que encuentren consuelo en la historia del niño que fue crucificado por nuestra salvación.
