PARÍS
El presidente francés, Emmanuel Macron, frenó en seco las aspiraciones de Turquía de integrarse en la Unión Europea (UE), aunque abogó por ofrecer a ese país una salida más realista en forma de cooperación o asociación.
Fiel a su costumbre de no esquivar el conflicto, el jefe de Estado francés le dijo al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que será mejor para todos repensar la fórmula de la relación entre la UE y Turquía antes que insistir en una adhesión quimérica que hoy por hoy es una hipocresía.
Le correspondió a Macron, erigido en líder europeo ante la precaria situación interna de la alemana Angela Merkel, zanjar un debate que, como reconoció el propio Erdogan en una tensa rueda de prensa, fatigó a los turcos desde hace más de medio siglo.
Con rostro serio, Erdogan compareció junto a Macron en conferencia de prensa, tras haber mantenido una larga entrevista bilateral y un almuerzo con personalidades de ambos países.
Para Erdogan, el viaje de este viernes a París suponía el examen más importante a sus aspiraciones europeístas desde el fallido golpe de Estado de julio de 2016.
Firmaron tres contratos, sobre defensa, aeronáutica y financiación, y posteriormente realizaron sendas declaraciones, en las que evidenciaron la sintonía que mantienen en capítulos como la lucha antiterrorista y las discrepancias en derechos individuales o en las aspiraciones turcas con la UE.
Los recientes acontecimientos en Turquía no permiten ningún avance en las negociaciones de adhesión”, sentenció desde el inicio Macron, por lo que se impone repensar el diálogo con un punto de realidad para proponer un nuevo marco en los próximos meses.
Reconoció que la UE no siempre ha hecho bien con Turquía, porque dejó creer que había cosas posibles cuando no lo eran, cansó a gente que era proeuropea y alimentó el cinismo.
En la actualidad, hay 16 capítulos abiertos, sobre un total de 35, en las negociaciones para la futura adhesión, pero Macron aseguró que mentiría si dijera que se van a abrir más.
Pese a todo, abogó por preservar el anclaje de Turquía y de su pueblo en Europa, especialmente a través de la lucha contra el terrorismo, donde, señaló, la cooperación es ejemplar.
Erdogan, por su lado, reconoció el cansancio que reina en su país, tras pasar desgraciadamente 54 años en la antesala de la UE y ante la ausencia de respuestas desde la Unión.
Esto nos lleva quizás a tener que tomar una decisión, pues no podemos implorar permanentemente que se nos acepte”, dijo.
El mandatario turco cargó también contra los países comunitarios por la ausencia de la ayuda económica prometida para afrontar la crisis de los refugiados sirios, que se limita hasta el momento a 900 millones de euros.
Ankara se muestra descontenta por el supuesto incumplimiento del acuerdo alcanzado en 2016, en el que la UE se comprometía a un paquete que incluía el envío de 3 mil millones de euros en ayudas para refugiados y un acuerdo de exención de visado para los ciudadanos turcos.
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Source: Excelsior