El Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y la Unión Europea han continuado hoy con los juegos de declaraciones sobre las negociaciones de ambos en esta época “postbrexit” y las cuales se encuentran en estos momentos estancadas.
Por un lado Boris Johnson, primer ministro británico afirmó que abandonaría las charlas y anularía las disposiciones claves del Tratado de Retirada en octubre.
Y es que de acuerdo con el diario ‘The Financial Times‘ el Gobierno de Johnson planearía impulsar una legislación que modificaría partes del acuerdo de salida de la Unión Europea que las dos partes firmaron hace un año.
Según el reporte del medio tres fuentes le habrían señalado que sería enviado un proyecto de ley al Parlamento en el cual se modificarían aspectos del Tratado de Salida relacionados con Irlanda del Norte y las ayudas estatales.
Algo a lo que Bruselas respondió ya que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que el Gobierno del Reino Unido está legalmente comprometido a respetar el acuerdo de salida del bloque europeo que fue firmado con la Unión Europea y que será la base para las futuras relaciones entre ambas entidades.
A través de Twitter la política alemana señaló: “Confío en que el gobierno británico implementará el acuerdo de salida [del bloque], obligación ante la ley internacional y condición previa para cualquier futura asociación”.
Intenciones de legislación que el Gobierno de Johnson reconoció después, al respecto el portavoz del Primer Ministro declaró: “Estamos tomando medidas limitadas y razonables para clarificar elementos específicos del protocolo de Irlanda del Norte en la legislación nacional, para eliminar cualquier ambigüedad y garantizar que el gobierno siga siendo capaz de cumplir sus compromisos con el pueblo norirlandés”.
Lo que en concreto se buscaría con esta ley es eliminar la obligación del Reino Unido de controlar las mercancías que pasan entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que estaría incluido en el acuerdo que la entidad británica tiene con la Unión Europea para evitar una estructura fronteriza entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, con la intención de no afectar el proceso de paz en Irlanda.
La Unión Europea y el Reino Unido se encuentran inmersos en estos momentos en negociaciones sobre su relación futura, incluida una asociación comercial, y que ambas partes quieren concluir antes de que concluya el vigente proceso de transición el 31 de diciembre.
Las negociaciones entre las dos partes dieron inicio en marzo y que con la pandemia por el coronavirus se han visto ralentizadas. Conversaciones que se han visto estancadas por dos aspectos, que son que los europeos quieren conservar el derecho a pescar en aguas británicas, además de controlar las subvenciones del gobierno de Londres a las empresas locales con el fin de evitar lo que consideran competencias desleales, algo que Johnson ha calificado de condiciones injustas, por lo que se ha negado a ellas.