Preservar nuestra historia implica cuidar los sitios arqueológicos y naturales que forman parte de nuestro patrimonio histórico y cultural.
El patrimonio de un país abarca tanto el medio ambiente como sus espacios culturales, como los sitios arqueológicos y naturales. En México, contamos con una gran cantidad de sitios arqueológicos de gran importancia histórica y una gran diversidad de espacios naturales, siendo el país con más variedad de helechos. Como parte de las Entidades de Fiscalización Superior de América Latina, incluyendo la ASF, hemos llevado a cabo auditorías ambientales enfocadas en la preservación de los sitios arqueológicos, culturales y naturales, con el objetivo de proteger nuestro patrimonio nacional.
Preservar lo mencionado anteriormente implica proteger nuestra historia y la cultura de nuestros antepasados, en solidaridad con las generaciones venideras. De acuerdo con la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, se establece que ciertos lugares en la Tierra que poseen un "valor universal excepcional" son parte del patrimonio común de la humanidad, y considero que esto aplica a todos los lugares.
Recientemente, tuvo lugar en Riad, Arabia Saudita, la 45º Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural y Natural Mundial, en la que se discutió acerca de los sitios que merecen ser reconocidos como Patrimonio de la Humanidad.
La UNESCO otorga esta distinción a los lugares que tienen un valor excepcional en términos culturales, naturales o mixtos. Según la UNESCO, el patrimonio se refiere a los recursos que se transmiten de generación en generación, tanto del pasado como del presente, para el beneficio de las futuras sociedades.
En este año se han propuesto revisar un total de 23 lugares, de los cuales 16 son de índole cultural y 7 son de carácter natural. Entre los lugares propuestos en el continente americano se encuentran el ESMA Museo y Sitio de la Memoria, que fue un Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio en Argentina, los Movimientos de tierras ceremoniales de Hopewell en Estados Unidos de América, y el sitio arqueológico de Jodensavanne y el cementerio de Cassipora Creek en Surinam. Durante la Convención también se discutió la delicada situación de Venecia, que se enfrenta a una gran vulnerabilidad ante el cambio climático.
Italia es el país con la mayor cantidad de sitios -58- reconocidos como Patrimonio de la Humanidad, mientras que China, Alemania, Francia y España son países que tienen 50 sitios o más. En América, México destaca por tener la mayor cantidad de lugares inscritos, con un total de 35, lo que nos posiciona en el séptimo lugar a nivel mundial, detrás de la India. Entre estos sitios se encuentran ciudades y monumentos como Xochimilco y el Centro Histórico de la Ciudad de México, el Centro Histórico de Oaxaca y el sitio arqueológico de Monte Albán, así como el Museo de Santo Domingo con sus tesoros. Además, los Centros Históricos de Puebla y Morelia también son espacios llenos de cultura y muy visitados.
En Latinoamérica, hay 146 sitios que han sido inscritos desde 2021. Por esta razón, en OLACEFS hemos tomado medidas para proteger nuestro patrimonio natural y cultural, como se establece en "La Declaración de Panamá", que incluye compromisos en temas ambientales.
Cada vez más personas están de acuerdo en que el cambio climático es perjudicial para la humanidad, tanto en términos biológicos como culturales. Es nuestra responsabilidad actual hacer frente a esta problemática y es dentro de este contexto que las EFS (Entidades Fiscalizadoras Superiores) de OLACEFS (Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores) llevan a cabo su labor, incluyendo la supervisión de los recursos asignados a la conservación y preservación de sitios culturales, muchos de los cuales son considerados Patrimonio de la Humanidad.
