El ecosistema Knotion de aprendizaje ha sabido brindar las herramientas para la educación
Carlos Uriegas
La educación virtual es una herramienta que llegó para quedarse. Esta es una de las múltiples lecciones aprendidas en estos tiempos de pandemia, en la que la tecnología se afianzó como el vehículo generador ecosistema de aprendizaje.
Michoacán es mucho más que un estado aguacatero, ya que desde la hermosa tierra purépecha se ha desarrollado un proyecto, que desde el 2015 vino a modificar con un sistema disruptivo, la manera de generar conocimiento.
Knotion vino a demostrar que hay diversas maneras de enseñar al conectar diversas disciplinas y que el Ipad es mucho más que un espacio para el entretenimiento, al convertirlo en una llave hacia el aprendizaje y el conocimiento a través de su plataforma, como explicó en entrevista Noemí Valencia directora de Knotion.
¿Cómo ha impactado la pandemia a Knotion, un sistema que surgió antes de la COVID-19, pero que ahora se ha convertido en una posibilidad para acercar a colegios, maestros y alumnos?
“La pandemia nos encontró preparados para enfrentarla y educar. Nos adelantamos, pero nos costó trabajo concretar lo que otros concebían como visionarios, pero dese el 2004 implementamos dispositivos tecnológicos, y vimos que era mucho más eficiente. Si en todas las industrias, en la ciencia, en la medicina, la construcción, vemos a la tecnología como algo maravilloso por lo que implica, por qué no en la educación, usar la tecnología para eficientar los proceso y hacerlos más ágiles y no quedarse estancada en una educación del año 1900”, destacó Noemí Valencia.
La pandemia abrió un nuevo panorama y demostró que cuando sabes usar herramientas tecnológicas y un entorno digital a favor del aprendizaje puedes enfrentar situaciones como la pandemia de COVID-19.
“Nuestras escuelas aliadas capitalizaron las herramientas y solo transitaron del colegio a la casa sin afectar en gran medida el aprendizaje y el cubrir con la currícula escolar al darle continuidad. Nos da gusto saber que estas instituciones que usan Knotion pudieran sobrellevar esto de la mejor manera posible, pero sobre todo los alumnos, pensando en ellos y en la obligación de formarlos como ciudadanos globales y competentes”, destacó Mimí Valencia, quien a este escenario suma el valioso esfuerzo y aporte de los padres.
La realidad de la pandemia vino a evidenciar cómo aprenden los niños, ya que al tenerlos en casa se vieron los logros y las deficiencias del aprendizaje.
“Con la educación tradicional era más un acto de fe, porque recibías información a través de las evaluaciones, de exámenes, o lo poco que te contara tu hijo, ahora el hecho de que los padres estuviesen viendo el proceso se evidenció cómo aprenden”, comentó la educadora.
Surgieron restos y dificultades por resolver
Para todos tener que cerrar las instituciones fue complejo, se tuvo que reacomodar los horarios y cuando se hizo la transición se pensaba que podían encarar frente a la pantalla toda la jornada escolar, pero se tuvieron que regular los tiempos.
“Aprendimos que al trabajar de forma remota se tienen que regular los tiempos. Garantizar que los procesos de socialización, que es lo que más extrañan los chicos, a su compañeros, amigos y maestros”, responde en la entrevista Noemí Valencia.
La educación digital a distancia impactó como empresa a Knotion, quienes incrementaron el número de escuelas interesadas en contar con su ecosistema de enseñanza.
“Aumentaron los números de escuelas que se interesaron por el sistema. Al principio algunos dudaron, pero hemos crecido mucho. Se siguen sumando instituciones, hay más de 150 colegios en el país, crecimos significativamente este año, con la garantía de que la calidad siga siendo personalizada con cada escuela y sin perder el contacto cercano y acompañamiento. En Querétaro tenemos varias escuelas aliadas”, mencionó.
La suma de talentos y aliados estratégicos como Apple, la ONU, Amazon web services, Endeavor y Cognia permiten a Knotion cumplir con los desafíos de un modelo educativo disruptivo acorde a la realidad que hoy vive el mundo.
A través de retos y desafíos de la vida real los estudiantes identifican, investigan, proponen y actúan buscando soluciones encaminadas a cumplir con los 17 puntos del desarrollo sostenible planteadas por la ONU, lo que da como resultado el uso de la ciencia, pero con consciencia.
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