La fiscalía general de Ohio investiga a Jillian Mai Thi Epperly, una residente del estado que llegó a tener 58.000 miembros en un grupo de Facebook en el cual promocionaba una bebida sanadora.
Su Jilly Juice consiste en un batido de col, sal y agua que se deja fermentar a temperatura ambiente, se toma y causa una diarrea (“cascadas”, en palabras de la mujer) que termina con la causa de todas las afecciones del cuerpo (y otras cosas, como la homosexualidad o el síndrome de Down), que según Epperly es un parásito intestinal, la cándida.
Aunque Facebook recibió numerosas denuncias contra el grupo, nunca lo cerró porque no violaba sus normas comunitarias. Ella lo hizo privado y por fin lo cerró a todo público salvo ella misma en febrero, harta de sus detractores, que a su vez habían formado grupos en la plataforma. La muerte de un hombre de 55 años, enfermo de cáncer de páncreas, que tomó el jugo por desesperación indignó a muchos usuarios de la red social.
La fiscalía de Ohio, a diferencia de la Facebook, cree que el culto al Jilly Juice (también llamado “la secta de la caca” por sus detractores, nombre que Epperly adoptó con gusto) podría representar un peligro público. Por eso en una carta, la funcionaria Rebecca Schlag le solicitó pruebas de algunas de sus afirmaciones, entre ellas:
• que su protocolo podía hacer que volvieran a crecer miembros y órganos;
• que podría revertir el proceso de envejecimiento, el autismo y el síndrome de Down;
• que podría “corregir” el “estilo de vida LGBT”, que Epperly definió como “una posible mutación del sistema reproductivo que envía señales contradictorias al cerebro”.
Antes de que BuzzFeed revelara el caso en marzo, la fiscalía de Ohio había recibido tres denuncias de ciudadanos, que también se habían contactado con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y la Junta Médica Estatal de Ohio. Tras la publicación del artículo, hubo otras dos denuncias y la fiscalía decidió actuar, informó el medio.
Epperly tiene una página web y mantiene abierta al público su página personal en Facebook, con más 5.400 seguidores. “Por USD 30 por año, los clientes tienen acceso a foros privados para compartir sus experiencias y hacer preguntas”, según BuzzFeed. “Epperly también brinda consultas telefónicas personalizadas por USD 70 la hora“, aunque “no tiene antecedentes en medicina o ciencia”.
Epperly explica sus teorías en videos atolondrados que realiza en su casa, a veces caminando. Cuando la periodista del medio le pidió pruebas científicas de sus afirmaciones, dijo: “En mi mundo usamos un contexto diferente, y las manifestaciones de la sal y el acceso a los nutrientes te darán un contexto diferente de cuáles son los síntomas. En esencia, estamos tratando de convertir un ateo en un cristiano“.
A mediados de 2017 Bruce Wilmot, diagnosticado con una recurrencia de cáncer de páncreas, decidió que no quería volver a pasar por una quimioterapia y encontró el grupo de Facebook que promocionaba el Jilly Juice, capaz de curar todas las enfermedades, incluido el cáncer, por la destrucción de la cándida. “Mi papá estaba realmente desesperado”, dijo su hija, Taylor Wilmot, a BuzzFeed. “Estaba muy triste y no quería morir”.
El rabino que acompañó a Wilmot en los momentos finales recuerda que estaba básicamente esquelético, por la enfermedad en sí y por la diarrea constante. Al conocerse la noticia de su muerte, una docena de grupos de Facebook, el mayor de los cuales tenía 10.000 miembros, según BuzzFeed, comenzó un movimiento en contra de las ideas de Epperly, que dado el caso de Wilmot se revelaban peligrosas.
Brandi Burns, una madre de dos niños que buscaba tratamientos naturales para ellos y se encontró con el caso, lanzó su propio grupo, que superó los 400 miembros: “¡Queremos sacar a Jillian de Facebook! ¡Al menos que saquen a los niños y los bebés de este protocolo!”, reclamó.
Epperly responsabilizó a esos grupos por el acoso que recibían algunos de sus seguidores: “Alguna gente recibió visitas de los Servicios de Protección a los Menores y tuvieron que conseguir una nota firmada por sus médicos para poder darles esta receta a sus bebés o sus niños”, se quejó a BuzzFeed.
La mujer se concentró en su sitio. Allí escribió en la página de inicio: “¡Tengo un protocolo para revertir el 100% de todos sus problemas de salud, de la A a la Z, para siempre, esté vacunado o no, excepto para pacientes con transplantes de órganos importantes y madres sustitutas hasta que el bebé esté a término!”.
La fiscalía de Ohio solicitó prueba sobre eso y otras cosas proclamadas en el grupo de Facebook: “Datos escritos, informes y evidencias”, detalló Kate Hanson, vocera del organismo. “Si no hay comprobación legítima de las afirmaciones que hace, se abre la posibilidad de una demanda contra ella”, analizó Efthimios Parasidis, profesor de Derecho y Salud Pública de la Universidad Estatal de Ohio.
Epperly minimizó la investigación en un video que publicó en su página de Facebook: “Si de algún modo no puedo probar con alguna clase de información que ser LGBT es una mutación, entonces lo quito”, dijo, sobre los contenidos actuales de su sitio. En un video dedicado a quienes la odian, se rió y dijo: “¡Volví a Facebook!”.
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Source: Infobae