Si estás interesado en este tipo de turismo, no dudes en preguntar en las oficinas gubernamentales o buscar información en línea. Sin duda, no te arrepentirás.
En los últimos meses, hemos presenciado cómo colonias o comunidades pequeñas se han convertido rápidamente en pueblos fantasma, debido a situaciones que en su mayoría no son responsabilidad de sus habitantes. Un ejemplo cercano es el abandono de pequeñas comunidades en el municipio de Jerez, Zacatecas, debido a la presencia de la delincuencia organizada.
Aparte de las situaciones dolorosas, nos centraremos ahora en el tema turístico, que es el que tenemos que promover. A continuación, te recomendaré algunos de los pueblos abandonados más famosos en nuestro país, que se caracterizan no solo por estar deshabitados, sino también por tener una historia, un misticismo y paisajes únicos que les dan un encanto especial y una vida propia.
Si disfrutas de la paz, la calma o el misterio y, por supuesto, no le temes a nada, visitar los pueblos abandonados de nuestro país puede ser una excelente opción. Al hacerlo, descubrirás las leyendas, las casas encantadas y los espíritus que vagan por estos lugares. Sin más dilación, te mencionaré algunos a continuación.
Real de Catorce, en San Luis Potosí, es un lugar que se accede a través del túnel Ogarrio, construido en 1639. Este sitio se estableció debido a su importancia como un pueblo minero de plata en México. Hoy en día, su arquitectura y el ambiente del semidesierto le dan un encanto especial para los amantes de la aventura. Además, es importante mencionar que este lugar es sagrado para los Huicholes, ya que se encuentra en el desierto de Wirikuta.
Mineral de Pozos, en Guanajuato, es conocido como un lugar maldito debido al asesinato del sacerdote del pueblo durante la guerra cristera, lo cual se cree que ha causado una maldición en el lugar. En el siglo 18, fue un importante pueblo minero antes de convertirse en un pueblo fantasma interesante para visitar. En 1938, una inundación afectó todos los túneles de las minas, lo cual contribuyó a su declive económico. Está ubicado a una hora de San Miguel y aparte de sus leyendas, los visitantes pueden disfrutar de calles empedradas y arcos abandonados que le dan un toque especial a la visita, convirtiéndolo en un excelente lugar para tomar fotografías.
En San Juan Parangaricutiro, Michoacán, ocurrió algo diferente a los dos lugares anteriores. Después de la erupción del volcán Paricutín en 1943, este lugar se convirtió en un fantasma. Las calles se inundaron de lava, pero la iglesia se mantuvo en pie, lo que ha dado lugar a leyendas sobre por qué solo las casas fueron destruidas y no el altar. Para visitar este lugar, solo se puede acceder a pie, y también es un excelente sitio para tomar fotografías de recuerdo.
Misnébalam, en Yucatán, fue un lugar muy importante hace un siglo debido a la producción de henequén. Se cree que está maldito debido a la historia de Juliancito, un niño que se suicidó a los 9 años y se dice que su espíritu aún deambula por las calles del pueblo abandonado. También se rumorea que en las noches se puede ver a un monje vestido de negro en la iglesia del pueblo. Este lugar está a solo 15 minutos de Mérida y se puede combinar con otras atracciones turísticas de Yucatán.
La noria de San Pantaleón en Zacatecas es un lugar desértico que actualmente tiene menos de 50 habitantes. Hace más de 400 años, este lugar era considerado uno de los más ricos en el norte durante el virreinato debido a sus minas. Si estás interesado en conocer uno de los altares y el origen del culto moderno a la Santa Muerte en México, este es definitivamente el lugar donde podrás experimentar la vibrante magia de la región. Está cerca de Sombrerete y se puede acceder a través de carreteras de Zacatecas o Durango.
En Guerrero Viejo, Tamaulipas, se encuentra un lugar surrealista que solo es visible cuando el nivel del agua está bajo. Este pueblo fue inundado en 1950 debido a la construcción de la presa Falcón. A pesar de las sequías actuales, la iglesia de nuestra Sra. Del Refugio se mantiene perfectamente conservada. Para visitar este lugar, es necesario dirigirse a Reynosa, ya que se encuentra a tan solo 20 minutos de la ciudad.
Aquí en nuestro país hay muchas más opciones de turismo que las seis mencionadas anteriormente. Si le interesa este tipo de turismo, puede preguntar en las oficinas gubernamentales o buscar en línea, y seguramente no se arrepentirá. Lo ideal es que se anime y explore estos lugares tan interesantes para muchas personas. ¡Disfrute de todo lo que México tiene para ofrecer!
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Nos vemos la próxima vez.
