La ansiedad puede ser desencadenada por todo tipo de situaciones, incluso un episodio de ansiedad. Esta cadena sin fin tiene un nombre médico: sensibilidad ansiosa. Al parecer, la célebre frase de Franklin Delano Roosevelt en la que el mandatario estadounidense decía que “de lo único que tenemos que tener miedo es del propio miedo” no podría ser más acertada al hablar de este padecimiento.
El terminó se aceptó en 1985 por la comunidad médica, sin embargo hasta la fecha se trata de un diagnóstico que muchas personas no terminan de comprender.
Para entenderlo basta con darle un vistazo a las manifestaciones físicas provocadas por la ansiedad como tal: aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración excesiva y mareo, por mencionar sólo unos ejemplos. A esto es a lo que le temen las personas con sensibilidad ansiosa.
La interpretación de estos síntomas como detonantes de padecimientos más graves alimenta este círculo vicioso de temores.
De acuerdo con la psicóloga Ellen Hendriksen, no se trata de un trastorno de ansiedad como tal:
“Mientras que la sensibilidad ansiosa definitivamente incrementa tus posibilidades, es imposible predecir quién exactamente desarrollará un problema con ansiedad”.
Si te identificas con este padecimiento conversa al respecto con tu médico.
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Post y Contenido Original de : UPSOCL
Existen personas que padecen de una extraña sensibilidad ansiosa: el miedo a tener miedo
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