El obsequio en cuestión no cuesta más de siete dólares y medio…
A lo largo de su reinado Isabel II se ha mantenido fiel a la tradición navideña que inició su abuelo Jorge V de entregar un regalo a todos los miembros del personal del palacio de Buckingham en una ceremonia durante la que va saludándoles uno a uno por orden de antigüedad y posición para agradecer su trabajo.
En Navidades anteriores, la veterana monarca de 93 años, o más bien dos de sus secretarias, habían optado por obsequios de los grandes almacenes Harrods y Fortum and Mason o por algún artículo de la tienda de regalos del propio palacio para matar dos pájaros de un tiro, ya que los beneficios de las ventas se destinan a la Royal Collection Trust, que costea el mantenimiento de la colección de arte de la monarquía británica y de las residencias oficiales de su majestad.
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Sin embargo, parece que este año Isabel II ha decidido hacer un cambio y sorprender a sus más de 1,500 empleados con un postre de la popular cadena de supermercados Tesco, en concreto un pudin navideño que cuesta seis libras, poco más de siete dólares y medio.
Los más veteranos también recibirán un vale por valor de 35 libras para canjear en esos mismos establecimientos.
Además, la reina realiza cada año por estas fechas donaciones a varias instituciones benéficas y también envía árboles navideños procedentes de sus propiedades a distintas iglesias y escuelas alrededor de Norfolk, donde se encuentra la casa de campo Sandringham Hall donde pasa el período festivo.