Donald Trump en Twitter, su red favorita, advirtió que si su país no logra un buen acuerdo, Ottawa “estará fuera del nuevo TLCAN”, negociación que sigue en curso el día de hoy. Canadá, como sabemos, seguirá defendiendo sus prioridades: la permanencia del Capítulo 19 de resolución de controversias y su sistema de control de suministro de lácteos. Justin Trudeau es ampliamente criticado por los opositores a su gobierno, al estar fuera del TLCAN, pues 1.9 millones de empleos están relacionados con las exportaciones de su país a Estados Unidos, donde inversamente nueve millones de empleos americanos dependen del comercio e inversiones con Canadá.
En 2016 el comercio del TLCAN alcanzó el trillón de dólares estadunidenses, diariamente cruzan la frontera Canadá- Estados Unidos 400 mil personas y 2.4 mil millones de dólares en bienes y servicios. Sin duda, Trump aplicó la metáfora del “divide y vencerás”; sin embargo, los mexicanos logramos un acuerdo favorable para darle certidumbre a nuestras relaciones económicas con Estados Unidos. El NAFTA (por sus siglas en inglés) fue suscrito hace 20 años para reducir costos en el intercambio de bienes entre los tres países, pactando un plazo de 15 años para la eliminación total de las barreras aduaneras, además de las restricciones al comercio de varios productos, (vehículos de motor y sus refacciones, computadoras, textiles y la agricultura) lo que Trump siempre criticó como ventajoso para México.
Ahora que México suscribió el acuerdo “de entendimiento” comercial, vale la pena destacar el trabajo de nuestra exitosa delegación, dirigida por Ildefonso Guajardo y el comisionado de AMLO, Jesús Seade, pues Estados Unidos centró su atención en la protección de sus trabajadores y sus salarios, así como evitar que sus plantas de manufacturación y ensamblaje muden su residencia a territorio nacional.
En este rubro, el automotriz, existe el compromiso de elevar los salarios para la mano de obra de la gente que participa en 40-45% de nuestro país en la fabricación de los automóviles. Adicionalmente, si México exporta a Estados Unidos más de 2.4 millones de autos deportivos o todo terreno, o si nuestras exportaciones superan los 90 mil millones de dólares, lo que primero suceda, será sujeto a la imposición de la tarifa arancelaria de 25%. Nuestro país facturó 55 mil millones de dólares y envió 1.8 millones de unidades vehiculares en este sector. En el rubro energético, Jesús Seade logró precisiones importantes, la primera: el documento reconoce que los recursos otorgados vía contratos, como el petróleo o el gas natural, son propiedad del Estado, y está facultado para, sin ninguna obligación contractual, cancelarlos. En materia de disputas se confirmó la participación arbitral para conocer sobre los derechos fundamentales contra la expropiación, discriminación de nacionales y de terceros, y se confirma el principio jurídico e inapelable de anular un contrato de una empresa si ésta no cumple por cualquier motivo con lo pactado. Toda esta información fue publicada por una importante revista mexicana.
Es por ello que ante la incertidumbre comercial de Canadá y el panorama preelectoral que vive Estados Unidos al pretender Donald Trump reelegirse como Presidente, escenario lleno de temores e inquietudes, se logró este acuerdo de entendimiento que tendrá que ser ratificado por el Congreso americano.
Los abogados tenemos un refrán muy práctico en nuestra profesión: “más vale un mal arreglo que un buen pleito”, y toda proporción guardada existe otro del pueblo de mi papá: “malo, malo Manuel, pero peor sin él”. ¿O no, estimado lector?
Presidente del Congreso Nacional de la Abogacía
Source: Excelsior
