MADRID.
Élmer Mendoza, referente en la llamada narcoliteratura, género que le permitió encontrar “un estilo propio”, “innovar” y “buscar la perfección estilística”, habló ayer sobre literatura y habla popular.
El lenguaje que mejor utiliza el escritor es el que le es íntimo y, en mi caso, que soy del norte de México y de un barrio de pandilleros, ése es el lenguaje de mi corazón”, dijo Mendoza.
El autor, que en sus novelas introduce la jerga de la calle, consideró que hay que darle a esa habla popular “un estatus literario” y animó a otros escritores a que se “atrevan” a experimentar con el lenguaje que mejor conocen.
Mendoza visita España para participar en el Festival literario Getafe Negro y promover Asesinato en el parque Sinaloa, su más reciente obra, en la que regresa el popular detective Edgar El Zurdo Mendieta.
La saga de este detective, que comenzó en 2008 con Balas de plata continúa con una trama en la que un líder de un cártel que escapó de prisión a través de un túnel y que se obsesiona con una estrella radiofónica en una historia que tiene muchas semejanzas con la de Joaquín El Chapo Guzmán, y la actriz Kate del Castillo.
Todo eso no sólo estaba en mi cabeza, sino que ya lo había escrito. Me paralicé cuando escuché esa historia”, afirmó Mendoza.
El autor comentó que la televisión convirtió a los narcos en iconos y afirmó que “no son” como aparecen en pantalla, dijo que no son “bonitos” ni llevan “barbas de moda”, sino que son “hombres “corrientes” cuya dureza reside en “la mirada del asesino”.
La novela policiaca tiene una estricta dependencia de la trama y de las falsas pistas”, dijo el escritor, quien aceptó no poder explicar por qué el éxito de este género, pero aseguró que halló en él la forma perfecta para cumplir una de sus ambiciones más importantes: “escribir diferente a los demás”.
Tras muchos años creo que conseguí un lenguaje propio y un estilo, pero lo que realmente me encantaría encontrar es la perfección estilística y conseguir innovar”, afirmó el autor.
cva
Source: Excelsior