En este sexenio han asesinado a 14 sacerdotes: Roque Villanueva. Con Loret de Mola

En lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto, y de acuerdo con información de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ya son 14 los sacerdotes asesinados y los casos que más han llamado la atención son los cometidos recientemente, los dos de Poza Rica, Veracruz y el de Michoacán, informó el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Humberto Roque Villanueva, quien consideró desafortunados estos acontecimientos. Entrevistado, vía telefónica, por Carlos Loret de Mola, el funcionario dijo que en el caso de los dos sacerdotes de Veracruz, Alejo Jiménez y José Suárez, no se ha confirmado la versión de la Fiscalía del estado que refiere que se trató de un asunto de "copas". "La verdad de las cosas es que no hay todavía una versión confiable y definitiva para saber qué aconteció con estos personajes salvo, lamentablemente, su deceso", indicó. Refirió que en el caso del sacerdote de Puruándiro, Michoacán, José Alfredo López Guillén, "si hay un problema porque se difundió una versión de que él había aparecido en un hotel con un jovencito de 16 años. Conozco muy bien al cardenal de Morelia y él jamás estuvo de acuerdo con esa versión. Finalmente, como es de su conocimiento, encontraron junto al automóvil, al propio sacerdote muerto a balazos". Y aseguró que definitivamente la persona del video y fotografías difundidas en el hotel no corresponde al ahora sacerdote occiso. "Es más, en la última versión que se tiene, es que es un padre de familia con su hijo, por eso hay que estar muy pendientes de que estas situaciones no contaminen el ambiente". Humberto Roque Villanueva declaró estar en desacuerdo con las afirmaciones tan rápidas que surgieron en torno a los sacerdotes y que no tienen el fundamento adecuado y menos de quien tiene la facultad ministerial de investigación de estos crímenes. Sobre los sacerdotes de Veracruz dijo que en principio se habla de una extorsión y que hay comunicación entre los secuestradores y lo que aconteció pero no hay una versión definitiva. En el caso de Michoacán está claro que fue robo porque ni siquiera hubo la pretensión de pedir rescate y fue el robo de dos automóviles y lo que había en la casa parroquial y finalmente el asesinato. mej