Los mayores retos de 2018 son claros: reducir la corrupción, detener la escalada en violencia que se presenta desde 2015 y mejorar los ingresos de los individuos, a fin de eliminar la pobreza y reducir la desigualdad.
¿Cuál es la entidad federativa y el gobernador que tiene mayores retos en estas tres áreas en 2018?
En cuanto a desigualdad, los estados que más tendrán que ponerse las pilas en 2018 son Tabasco e Hidalgo. Ambos han tenido las más grandes escaladas en desigualdad del país, posicionándose como el octavo y el sexto estado más desigual del país. El reto es mayor para Tabasco, y su gobernador Arturo Núñez Jiménez, porque dicho estado no logra generar suficiente empleo de buenas condiciones salariales. De hecho, sólo el 74% de los trabajadores tiene un sueldo suficiente para satisfacer sus propias necesidades básicas. El porcentaje en Hidalgo es de 77%, también un reto para el gobernador, Omar Fayad.
En cuanto a corrupción, un estado que tendrá que mantenerse en la mira en 2018 es Oaxaca. El estado tiene un monto de dos mil 321 mil millones de pesos por recuperar o aclarar en 2016, y de 192 millones en 2015. La cifra bien puede deberse sólo a un problema de subejercicio, pero, de cualquier modo, su gobernador actual, Alejandro Murat, debe cuidar que estos problemas, que anteceden a su mandato, sean resueltos a cabalidad.
Asimismo, se tendrá que seguir vigilando a Veracruz. El estado muestra importantes errores en el uso de sus recursos públicos durante 2015 y 2016 que todavía no son aclarados. De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, el estado de Veracruz no ha aclarado o devuelto cuatro mil 487 millones de pesos de la Cuenta Pública 2016. Esto representa el 32% del monto que le fue auditado en el mismo año. En 2015 la situación es similar, con un monto por devolver o recuperar que asciende a 10 mil millones de pesos, o 23.5% de la muestra que le auditaba en dicho año. Corresponde a su gobernador actual, Miguel Ángel Yunes, dar solución a estos problemas que lo anteceden.
En cuanto a los niveles de vida de sus habitantes, el reto será muy grande para 2018 en Chiapas. El estado ha acelerado la caída de sus niveles de vida en el último año, al menos cuando se miden las condiciones de ingreso de las personas que tienen un trabajo de tiempo completo. El porcentaje de personas que tiene un sueldo suficientemente alto como para satisfacer la línea de bienestar del Coneval, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, ha caído de 88% en 2016 a 71% en el tercer trimestre de 2017. Esto deja a Chiapas, por mucho (más del doble), como el estado que más empleos dignos perdió en 2017. Chiapas es también el estado con mayor desigualdad del país, y un estado que, al menos hasta e último dato disponible, parece estar perdiendo más empleos de los que genera.
Aun así, e independientemente de los problemas que enfrentarán Tabasco, Hidalgo, Oaxaca, Veracruz y Chiapas, si tuviéramos que escoger cuál es el estado que tendrá el mayor reto de 2018, éste seria Nayarit. El estado tuvo el incremento más importante en violencia durante el año pasado. De hecho, mientras que en 2016 (hasta octubre) el estado había tenido sólo 33 homicidios, en 2017, hasta el mismo mes (último para el que contamos datos de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública) fue de 165. Vale la pena acentuar que Nayarit no es, ni cerca, uno de los estados más violentos de México. De hecho, el más violento es Colima con una tasa de homicidio de 75 por cada 100 mil habitantes. Nayarit es, sin embargo, el estado en el que la inseguridad ha crecido más.
Es fundamental que las autoridades de Nayarit, incluido su gobernador Roberto Sandoval Castañeda, tomen cartas en el asunto a fin de resolver los problemas de inseguridad que la entidad está presentando desde 2017. Será 2018 cuando se defina si el estado logró enfrentar este reto.
Source: Excelsior
