Los rescatistas japoneses aceleraban este viernes la búsqueda de supervivientes entre las personas sepultadas bajo el barro, tras los corrimientos de tierra provocados por un potente sismo en el norte de Japón, cuyo balance se eleva a 18 muertos.
En la pequeña localidad de Atsuma, en la isla de Hokkaido (norte), donde se produjo el sismo del jueves, unas 26 personas seguían desaparecidas. Todo un conjunto de viviendas quedaron destrozadas por el derrumbe de una ladera provocado por el terremoto, de magnitud 6,6 y que dejó unas profundas cicatrices marrones en el paisaje.
Muchas personas siguen sepultadas bajo la tierra, trabajamos sin descanso pero los esfuerzos de rescate son difíciles
Durante toda la noche, los socorristas buscaron supervivientes con ayuda de excavadoras y perros, una tarea dificultada por las réplicas del terremoto.
“Muchas personas siguen sepultadas bajo la tierra, trabajamos sin descanso pero los esfuerzos de rescate son difíciles“, comentó un militar de las Fuerzas de Autodefensa (SDF) a la cadena de televisión NHK.
“Haremos todo lo posible por encontrarlas rápidamente”, añadió.
“Fue horrible, la tierra bajó a toda prisa y creí que me moría“, narró un habitante.
“En este momento, 16 personas murieron, muchas otras están heridas y no tenemos noticias de 26“, informó el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en una reunión dedicada a la catástrofe, la última de una serie de mortíferas desgracias en Japón: inundaciones a principios de julio, una ola de calor y un tifón en la región de Osaka a principios de semana.
Las imágenes de televisión mostraban caminos destrozados, muros hundidos y casas inestables tras el sismo, ocurrido en plena noche en la isla septentrional de Hokkaido, 62 km al sudeste de la capital regional Sapporo.
Más de 20.000 efectivos estaban movilizados para las operaciones de rescate y para ayudar a los afectados, muchos de los cuales esperaban ante supermercados y estaciones de servicio para hacerse con provisiones.
Tras un corte de electricidad general debido a la detención de todas las centrales de la región, 40% de la población de la isla recuperó la corriente el viernes por la mañana, según la empresa Hokkaido Electric.
Los servicios de transportes iban regresando progresivamente a la normalidad. Se prevé que los trenes de alta velocidad vuelvan a funcionar a mitad de la jornada y el aeropuerto de Sapporo volvía a recibir pasajeros, después de haber anulado todos los vuelos -más de 200- el jueves.
Sin embargo, el partido de fútbol amistoso entre Japón y Chile previsto el viernes en Sapporo se anuló.
Shinzo Abe advirtió sobre el riesgo de riadas de lodo, ya que se esperan precipitaciones en la región.
Después de un gran sismo “se producen grandes sismos, sobre todo dos o tres días después”, advirtió por su parte Toshiyuki Matsumori, encargado de controlar terremotos y tsunamis en la agencia meteorológica.
El riesgo de derrumbes de casas y de corrimientos de tierras aumentó, añadió, e instó a los residentes a “prestar mucha atención a la actividad sísmica y a las precipitaciones y no ir a zonas peligrosas”.
Japón se encuentra en la confluencia de cuatro placas tectónicas y cada año sufre alrededor del 20% de los sismos más fuertes registrados en la Tierra.
El 11 de marzo de 2011, un devastador sismo de magnitud 9,0 y el posterior tsunami mataron a 18.500 personas y provocaron la catástrofe nuclear de Fukushima.
El archipiélago japonés se recuperaba aún el jueves del poderoso tifón Jebi, que mató a 11 personas en el sudoeste y dejó casas destruidas, postes derribados, árboles arrancados y vehículos arrastrados por el viento o accidentados.
Con información de AFP
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Source: Infobae