Australia y México: invirtiendo en nuestro futuro compartido

Australia y México comparten un compromiso con la atracción de inversión extranjera directa. Ambos países reconocemos que nuestra prosperidad depende de ello, dado que ninguna de las dos naciones cuenta con los capitales nacionales que necesitamos para financiar el crecimiento económico. Y, además, aporta la experiencia técnica que es tan necesaria y de la cual también carecemos con frecuencia.

De hecho, soy de la opinión de que el futuro de nuestra relación comercial bilateral se forjará mediante los flujos de inversión y propiedad intelectual entre nuestros países.

En el último lustro, los flujos de inversión directa de Australia en México han experimentado un rápido incremento. A la fecha, hemos invertido más de cinco mil 500 mdd en la economía de México, a lo largo y ancho de una amplia gama de sectores que incluyen manufacturas avanzadas, generación de energía, infraestructura en general, educación y agricultura.

Por otra parte, algunas inversiones de capital mexicano en Australia también han sido significativas, especialmente en los sectores de alimentos y agronegocios. Por ejemplo, la renombrada empresa mexicana Gruma produce más de la mitad de todos los flatbreads o panes planos que se producen en Australia y exporta la mayoría de su producción a Asia.

Ambos proyectos reflejan el futuro de la relación bilateral Australia-México en materia de inversiones, el cual yace en detonar el potencial de ambos países como puertas de entrada a nuestras respectivas regiones geográficas. A medida que México se beneficia de su papel como centro neurálgico regional en el continente americano, a su vez Australia se beneficia de sus vínculos con Asia.

Las bondades de Australia como destino para las inversiones son más que evidentes. Australia es una economía en la cual se puede confiar. Somos la 12 mayor economía del mundo. De manera singular entre los países desarrollados, hemos gozado de 25 años de crecimiento ininterrumpido. Y la calificación de AAA por parte de las principales agencias de calificación crediticia confirma que somos un destino seguro y de bajo riesgo para las inversiones.

Una agenda para la ciencia y la innovación es un elemento medular de la estrategia económica de Australia. Nuestra infraestructura en materia de Tecnología de Comunicaciones e Información es moderna, contamos con generosos incentivos para la Investigación y el Desarrollo, y nuestro sistema de educación superior ha sido clasificado como el cuarto mejor del mundo. Durante siete años consecutivos, Australia ha sido clasificada dentro de los primeros cinco lugares en el mundo por el Índice de Libertad Económica de la Heritage Foundation.

La calidad de nuestra fuerza laboral también representa una buena razón para invertir en mi país. Por ejemplo, Australia cuenta con la tasa más alta de matriculación en la educación media. Y mi país ha sido clasificado en los primeros lugares en el mundo en materia del talento y aptitudes de la fuerza laboral que generamos, atraemos y retenemos.

Dado todo lo antes mencionado, la puerta de mi oficina está siempre abierta para las empresas australianas que deseen hacer negocios en México y las firmas mexicanas que quieran incursionar en el mercado australiano. Contamos con fortalezas específicas en sectores de gran importancia para México, tales como energía, agricultura y desarrollo urbano. A su vez, Australia ofrece oportunidades extraordinarias para empresas mexicanas, particularmente en los sectores de alimentos y agronegocios.

Juntos podemos llevar la relación comercial bilateral Australia-México a un nivel aún más alto. Sólo precisamos percatarnos de las oportunidades que existen y obtener provecho de ellas.

Espero sus comentarios en [email protected], en Facebook.com/ausembmex, o en Twitter.com/AusEmbMex.

Embajador de Australia en México.