Los repartidores de gas a lo largo de los años han realizado un sin fin de maniobras para poder hacerte fraude con tu tanque de gas y estos son algunos.
La ordeña de cilindros de gas, la colocación de placas de metal en la base de los tanques para aumentar su peso.
El aire que inyectan en tanques estacionarios antes de despachar el combustible, son algunos de los abusos que pueden cometer los repartidores de gas.
Hugo Castillo, vecino de la colonia Santa Úrsula, en Coyoacán, aseguró que el sistema de venta del gas está hecho para que se puedan cometer todo tipo de irregularidades.
“Por una parte los cilindros se venden por kilo, el estacionario por litro, y el tanque estacionario en porcentaje”, dijo.
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A esto se agregan los abusos cometidos por los trabajadores de las empresas distribuidoras del combustible.
En este sentido, Gloria Carmona, ama de casa de la colonia Postal, en Benito Juárez, subrayó la importancia de que las autoridades de la Profeco realicen operativos sorpresa.
Esto, a camiones repartidores de gas, a fin de revisar los cilindros y castigar esas prácticas abusivas.
Consumidores del combustible coincidieron en que, en el caso de las pipas, el robo se lleva a cabo a la hora de descargar.
Y en la mayoría de los casos, los repartidores de gas se aprovechan de que son las amas de casa las que solicitan el servicio.
“A ellas les dicen que le pusieron una cantidad de gas, lo que no pueden verificar, primero, porque generalmente los tanques están ubicados en las azoteas de las viviendas y, segundo, por la cantidad de mediciones que manejan”.
En este sentido, el presidente de la Asociación de Distribuidores de Gas del Interior (Adigas), Víctor Figuero Aeyón, aseguró que las empresas antes de rellenar un cilindro revisan su estado físico y lo taran.
Esto quiere decir que comprueban que el peso bruto sea acorde al peso que la Norma Oficial Mexicana establece.
Para los tamaños de 10 kilos, 20, 30 y 45 kilos, para que el contenido neto que recibe el consumidor sea acorde con lo que paga.
Lo anterior, precisó, además de las visitas que la Profeco realiza permanentemente para constatar que se cumpla con ello.
De lo contrario sancionar a las empresas que no cumplan, con lo que se busca que el mercado de gas LP sea justo y competitivo para el consumidor final.
En cuanto a los medidores que utilizan los vehículos de reparto, expuso que “están sellados, para evitar que sean desajustados por cualquier persona ajena y/o los despachadore”.
Además que se revisan permanentemente por las empresas y Profeco cuando se hacen revisiones en campo.
Y “en las notas de venta y las páginas de Internet de las empresas incluimos la mención de que los consumidores, al momento de comprar el gas, revisen que el medidor está en ceros y pidan su nota, y paguen la cantidad que marca el medidor”.
CUÁNTO GANA LA INDUSTRIA
El pasado lunes, el titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla informó que los expendedores de gas LP trabajan con márgenes de ganancia.
Que van de los 5.29 pesos por kilogramo, en el caso del gas estacionario, hasta 9.18 pesos por kilogramo, en el gas que se oferta en cilindro.
Cabe mencionar que el informe de “Quién es quién en el precio del gas licuado”, se dará a conocer cada semana.
Por lo que en el caso de los precios del gas en cilindros, la empresa “Servigas de Guadiana” en Coahuila vende el kilo a 18.30 pesos, y es la que más ganancia está teniendo.
“Se están llevando 9.18 pesos de margen los angelitos”, por lo que este instrumento de medición permitirá a los mexicanos tomar mejores decisiones de compra, añadió.
Así, respecto al margen de ganancia que tienen las compañías distribuidoras de gas LP, Figuero Aeyón indicó que en promedio es de cuatro pesos por kilo.
Pero que de eso se pagan gastos de operación, por lo que las utilidades son menores a lo que manejan las estadísticas, que no distinguen entre el ingreso bruto de un negocio y el remanente que queda como ganancia.
En entrevista con Notimex, detalló que de las ganancias, la empresa paga nómina, gasolina, reparto de utilidades a trabajadores, seguros, y en general todos los gastos que tiene cualquier negocio.
Explicó que el precio se integra de cuatro elementos: costo de la molécula, costos de logística, como son transporte, almacenaje, internación en aduanas, impuestos y margen comercial del distribuidor.
“Cada región tiene costos diferentes y, por lo tanto, varía en la determinación del precio, por ejemplo, hay regiones que están alejadas, tienen poca población y, en consecuencia, los costos de logística son muy superiores a otras”.
Subrayó que los precios finales que pagan los consumidores se integran por lo general en 80 por ciento de costos y 20 por ciento de margen bruto del distribuidor.
“Es bueno que se conozcan los precios que manejan las empresas distribuidoras de gas LP, porque la ciudadanía puede ejercer su derecho y poder de compra al elegir las opciones más baratas que existen en sus ciudades”.
Por lo que consideró necesario que la Profeco emita sus comparaciones de precios, haciendo referencia a la región en que se realiza, porque de otra manera está comparando empresas de regiones y mercados muy distintos.