Al menos 13 dientes de tiburón prehistórico fueron hallados por buzos espeleólogos en el cenote Xoc de la comisaría de Cholul.
Entre las paredes del cenote se encontró la presencia de dientes de tiburón fosilizados que podrían corresponder a la familia de los megalodones, tiburones prehistóricos gigantes que vivieron hace millones de años.
Los buzos espeleólogos que participaron en la expedición: Kay Vilchis y Erick Sosa, informaron que en su totalidad hallaron 15 piezas dentales con distintas formas y tamaños.Actualmente se encuentran en resguardo para estudiarlos a profundidad.
La espeleóloga Kay Vilchis Zapata dio detalles del hallazgo al Excélsior:
Vamos viendo la pared y de repente vi que había un poquito, me acerco y veo que era un diente que en específico, que fue el primero, al parecer fue de tiburón sierra; las piezas que se encontraron son de posible tiburón megalodón, tiburón mako y tiburón sierra, que son de la temporalidad de plioceno y el mioceno de 2.6 millones de años hasta 23 millones de años”.
Los descubridores detallaron que de acuerdo a su morfología y a un análisis superficial, es probable que 13 de estos dientes hayan pertenecido a tiburones de las familias de los megalodones, makos y sierra, que vivieron hace millones de años.
El espeleólogo Erick Sosa resaltó lo interesante de este hallazgo.
Es un indicador de lo que ya hay literatura de esto, nada más viene a confirmar lo que ya está, que fauna habitaba hace millones de años aquí, cuando esto era mar; los elementos que se han encontrado en la parte arqueológica; ya intervino la subdirección de arqueología subacuática el antropólogo y físico Salvador Estrada vino a hacer un levantamiento fotogramétrico ya hay unos primeros resultados de esa investigación”.
Este hallazgo es el segundo de su tipo en un cenote de una comunidad de Mérida; la primera fue en la cueva del cenote Kambul, hace unos años.
El cenote Xoc se cree que es la tercera cueva inundada más grande del municipio de Mérida con un aproximado de unos 620 metros de extensión y con 28 metros de profundidad.
Fuente: Excélsior