La policía investiga el apuñalamiento que dejó dos muertos el viernes en la ciudad finlandesa de Turku como un ataque terrorista, e identificó este sábado a su presunto autor, un ciudadano marroquí de 18 años.
Inicialmente “el acto fue investigado como asesinato pero durante la noche recibimos información adicional que indica que se trata […] de ataques terroristas” dijo la policía en un comunicado. El sospechoso es un “ciudadano marroquí de 18 años”, añadió.
La policía lo detuvo el viernes en una plaza del centro de Turku, en el suroeste del país, tras herirlo de bala en una pierna.
Una de las víctimas mortales falleció en el lugar del ataque y la otra, en el hospital.
El balance de heridos en el ataque pasó de seis a ocho personas: un italiano, dos suecos y cinco finlandeses, indicó la policía.
Las fuerzas de seguridad habían anunciado poco antes este sábado el arresto de cinco personas en una operación durante la madrugada en un apartamento de Turku, en el marco de la investigación sobre la agresión de la víspera.
“Hubo una operación y ahora tenemos seis sospechosos en detención, el principal y otros cinco”, dijo a la AFP el comisario Markus Laine, de la Oficina Nacional de Investigaciones.
“Investigamos el papel de esas otras cinco personas, pero aún no estamos seguros de si tienen un vínculo” con el ataque, explicó. “Vamos a interrogarlas y después podremos decir más […]. Pero estuvieron en contacto con el sospechoso principal”, añadió Laine.
La agresión ocurrió el viernes en el centro de la ciudad portuaria, justo después de las 16H00 (13H00 GMT), en un barrio muy frecuentado.
“Una joven ha gritado mucho en una esquina de la plaza. Hemos visto a un hombre (…) que agitaba el cuchillo que tenía en la mano”, contó a la televisión pública YLE un testigo que no quiso dar su nombre.
– Banderas a media asta –
El principal sospechoso está actualmente hospitalizado debido a su herida en la pierna, y la policía, que todavía ignora sus motivaciones, aún no pudo interrogarlo.
Según la prensa finlandesa, habría elegido a sus víctimas al azar, una información que Laine no pudo confirmar.
La policía, que dijo colaborar con el servicio nacional de inmigración y autoridades internacionales en su investigación, se incautó de una furgoneta Fiat Ducato supuestamente vinculada al ataque del viernes.
A raíz de la agresión, las autoridades incrementaron la seguridad en los aeropuertos y en las estaciones de tren, y se aumentó el número de patrullas en las calles.
En junio, los servicios de seguridad finlandeses (Supo) habían subido un escalón el nivel de riesgo de atentados en el país, tras identificar una actividad del grupo Estado Islámico (EI) que podría ir dirigida contra Finlandia.
El riesgo, hasta entonces considerado “débil”, pasó a ser “elevado”, el segundo nivel de una escala de cuatro. La agencia de seguridad afirmó entonces que vigilaba a unos 350 individuos, un incremento del 80% desde 2012.
De momento, se desconoce si el ataque de Turku está relacionado con los círculos yihadistas.
“Si está vinculado [al yihadismo], es más o menos una continuación de los ataques ocurridos en Europa”, declaró Leena Malkki, investigadora en terrorismo de la Universidad de Helsinki, a YLE.
Los principales sospechosos del doble atentado que dejó 14 muertos y más de 100 heridos el jueves y el viernes en las ciudades españolas de Barcelona y Cambrils también eran marroquíes, pero Malkki dijo que no había ningún motivo para pensar que existiera un vínculo entre lo ocurrido allí y en Turku.
“Muchos países europeos hablan de la radicalización de los jóvenes marroquíes”, añadió.
El Ministerio del Interior ordenó este sábado poner las banderas a media asta en Finlandia en honor a las víctimas.
La víspera, el presidente finlandés, Sauli Niinistö, asistió por la noche a una vigilia celebrada en la catedral de Turku en memoria de los fallecidos.
“Hay que mantener la calma, el odio no es la respuesta a la ira”, tuiteó por su parte el primer ministro, Juha Sipilä.
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