A cuatro años del derrame en la Mina Buenavista del Cobre, Grupo Imagen revela datos escalofriantes.
Siete de cada 10 niños del municipio de San Felipe de Jesús, en la cuenca del Río Sonora, podrían tener altos niveles de plomo en la sangre, lo que representa un alto riesgo para su salud.
Así lo establece el informe final de un diagnóstico ambiental elaborado por la UNAM, pagado con recursos del Fideicomiso Río Sonora y escondido durante dos años por Grupo México.
Cómo puede haber un diagnóstico que encarga la propia empresa por medio del Fideicomiso que concluye que hay afectaciones que se tienen que remediar, y por otro lado el gobierno diciendo el programa de remediación está cerrado.
La investigación que contó con el apoyo de la Universidad de Sonora y que recolectó miles de muestras de alimentos desde Bacanuchi hasta Ures, advierte sobre la presencia de arsénico en lácteos, plomo en frutas y hortalizas y cadmio en maíz y sorgo.
Por un lado están los estudios científicos y por el otro el día a día de los habitantes de las comunidades del Río Sonora, como el caso de Don José, a quien el derrame de la Mina Buenavista del cobre lo sorprendió en su milpa y ahora tiene manchas color cobrizo en la pierna.
Ha habido animales que se mueren en el río, ya tenemos evidencias nosotros, el año pasado murió un caballo, porque llovió y se hicieron charcos en el río, tomaron agua y se murieron”.
A pesar de lo alarmante de la situación, el monitoreo de la calidad del agua en el Río Sonora no se realiza desde 2015 o por lo menos eso es lo que se puede apreciar en la página del fideicomiso, aun cuando el compromiso era mantener la vigilancia durante 15 años.
Aquí el reportaje completo:
Sin agua potable, con un ecosistema destruido y severos daños en la salud, así vive la población a 4 años de la peor tragedia ambiental, el derrame tóxico de Grupo México en el Río Sonora pic.twitter.com/xOn1QyW6E5
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) 7 de agosto de 2018
Source: Excelsior