Yo no sé por qué la gente se debate tanto entre qué duele más, si una patada en las bolas o el dolor de un parto. Recibir una patada en tus “amigos” es simplemente uno de los peores dolores que un hombre puede experimentar, y eso que hemos pasado por dicha situación incontables veces durante nuestra vida: Una patada mientras estamos en primaria, un caída de patineta en algún fierro durante nuestra adolescencia, un niño que no supo frenar su bicicleta e intentamos salvar de una mala caída (con la bicicleta inevitablemente golpeándonos AHÍ), o un perro que simplemente no sabe como medir su fuerza cuando salta a nuestras piernas. Es por eso que deben comprender por qué nos afecta tanto recibir un golpe en los testículos.
1. Duele, MUCHO
Sí, ser pateado en cualquier lugar duele, pero en los “niños” es especialmente doloroso. Una patada en los testículos duele en la cabeza, en los brazos, en tu estómago, te da náuseas y hasta puede dejarte inconsciente. Sí, inconsciente.
2. Pero en serio, de verdad, VERDAD, que duele
No solo te golpean en tu intimidad, te golpean en el alma. Es como ser destripado, vaciado y abandonado, todo al mismo tiempo. Es un dolor que rompe las barreras del tiempo y el espacio. Una patada así desdobla el alma de tu cuerpo y por poco la podría desvincular para toda la eternidad.
3. Toma una eternidad recuperarse
Una patada en las joyas de la familia causan un dolor que te hace entrar a una nueva dimensión temporal. Los segundos parecen miles de años, así que imagina cómo se siente el paso de esos 10 minutos que estás en el suelo pensando en cómo volver a ponerte de pie. Tendrás suerte de si puedes recordar respirar siquiera.
4. Será un recurso humorístico en las películas, pero no tiene nada de gracioso
Cuando has crecido y ya has sufrido una cantidad considerable de golpes en la entrepierna, el acto empieza a carecer de humor. Cuando ves a un hombre ser golpeado así tu cuerpo te hace, incluso, compartir su dolor y sufrimiento. Un minuto de silencio por otro hermano caído.
5. Motivos sobran para prohibir los golpes bajos
¿Te imaginas que en cada deporte, incluso los de contacto, no se condenaran los golpes bajos? Toda competencia sería muy fácil si no estuviesen prohibidos. De todas formas, aunque fuera legal, carece de mucho honor contar con este recurso. A menos que sea un hombre malvado. Si es así, deja caer tu ira en sus talismanes sagrados y quítales toda su magia.
6. Lo que nos lleva a que nadie golpea a un hombre así si no es con un buen motivo.
¿Caminabas por un callejón cuando un hombre intentó atacarte? ¿Amenaza tu seguridad o la de otros? ¿Le gusta la pizza con piña? Motivos así otorgan el sagrado poder y autorización divina para concentrar toda tu energía espiritual en una patada que le hará suplicar piedad en 10 idiomas distintos. Golpéalo donde más le duele, literalmente.
7. Es realmente vergonzoso
Para algunos hombres, el bienestar de sus testículos representa su propio bienestar emocional, psicológico, físico y espiritual. No debería dar vergüenza, pero caer de rodillas al suelo mientras sientes que todas las metas que tenías en la vida se disipan junto con tus esperanzas y sueños es lo más expuesto que se puede llegar a estar.
8. Es parte de crecer
Es como el ritual que hace la diferencia entre ser niño y adulto. Es una carga que llevarás en tus hombros junto con el miedo a saber que en algún momento te tocará a ti. Cierto día algún chico de tu escuela creerá que una palmada en las bolas es gracioso, las cosas escalarán demasiado rápido y pronto todos estarán en ese juego en el que constantemente no podrás encontrar un lugar lo suficientemente seguro para estar a salvo. Es hora de crecer un par y enfrentarlo con la frente en alto.
9. La amenaza de un golpe es totalmente aterradora
Las has tenido contigo desde que naciste, son parte de ti y tu de ellas. Están frágiles, expuestas, vulnerables, más de lo que una pieza tan importante de tu anatomía debiese estarlo. Hacer un catastro de los daños te pondrá los pelos de punta, mientras te retuerces en el piso pensando qué tan grave es la avería en las puertas del infierno, si algún demonio intenta llevarse tu alma y si el dolor te condenará por toda la eternidad. ¡Que alguien detenga esto, por favor!
10. Se está en el derecho a proteger las nueces
Y los futbolistas lo demuestran bastante cuando se cubren frente a un tiro libre. No hay nada de qué estar avergonzado. Para los que han jugado fútbol, recibir una pelota en las pelotas duele tanto que te deja en bolas. Si no te lo has estado buscando, tienes todo el derecho a cubrir tu par.
11. No se parece en nada a dar a luz
Y llegamos al momento polémico. Todos compiten por cuál es el que duele más, pero no tenemos respuestas. En términos simples, ambos duelen. Así que lo mejor que podemos hacer en ambos casos es brindar una mano y ayudar a la otra persona, independientemente de su sexo, a salir de ese dolor. Al final, ambos son terribles, es sólo que uno de esos dolores trae un bebé al mundo, mientras el otro podría dejarte sin traer ninguno en un futuro.
¡Dejen esos golpes para los hombres malos, que los demás siempre vivimos en constante terror!
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Post y Contenido Original de : UPSOCL
http://www.upsocl.com/mujer/11-cosas-que-toda-chica-debe-saber-acerca-de-recibir-una-patada-en-las-bolas/
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