Tal como lo especificaba la convocatoria que circuló en las redes sociales, cientos de migrantes comenzaron a dirigir sus pasos rumbo a la frontera de Guatemala, luego de varios meses detenidos por la pandemia de coronavirus que azotó a los países latinoamericanos.
La caravana comenzó apenas dos semanas después de que Guatemala reabriera sus fronteras, cerradas durante meses para frenar los contagios de COVID-19. De acuerdo con The Associated Press, el punto de reunión fue la estación de autobuses de San Pedro Sula.
Informaron, además, que a pesar de que las convocatorias indicaban que la salida sería a partir del primer día de octubre, la mayoría de los migrantes reunidos el miércoles decidió no esperar y salió en plena noche con sus mochilas a cuestas, muchos de ellos con mascarillas.
Las principales motivaciones de los migrantes para salir de Centroamérica no han sido diferentes en absoluto durante la pandemia que ha matado a millones de personas en todo el mundo. La falta de empleos, la inseguridad y las dificultades de las familias para poner comida en la mesa sólo empeoró durante el periodo de encierro.
De acuerdo con AP, al menos 34 millones de empleos se perdieron en Latinoamérica debido a la pandemia, según indicó el miércoles la Organización Internacional del Trabajo, dependiente de las Naciones Unidas. La OIT, por su parte, señaló que América Latina y el Caribe es la región más afectada del mundo en cuanto a horas de trabajo perdidas, con un descenso del 20,9% en los tres primeros trimestres del año.
Los gobiernos de toda la región, por su parte, confirmaron horas antes que monitoreaban la situación. El Instituto Nacional de Migración (INM) indicó en un comunicado que vigilaría que se produjera una migración “segura, ordenada y legal”. Mientras, la embajada estadounidense en Honduras señaló que la migración a Estados Unidos era más difícil y más peligrosa que nunca debido al virus SARS-CoV-2
El flujo de migrantes que salen de Centroamérica hacia el norte se ha reducido de forma drástica durante la pandemia ante el cierre de fronteras en la región. La mayoría de los albergues para migrantes en las rutas principales en México cerraron las puertas a los recién llegados, en un intento de impedir que el virus se expandiera entre la vulnerable población migrante.
Al respecto de las caravanas migrantes que anunciaron su salida rumbo a México, la Secretaría de Gobernación, a través del Instituto Nacional de Migración (INM), refrendó su compromiso de ley por una migración segura, ordenada y regular en México, como país de origen, tránsito y destino.
Por lo anterior, las autoridades desmintieron cualquier aseveración sobre regularizar el paso de caravanas de personas migrantes indocumentadas por la frontera sur del territorio nacional, “como se difunde en redes sociales”.
A través de un comunicado publicado en su página oficial, aseguraron que:
Esta autoridad es responsable de hacer cumplir las disposiciones establecidas por la Ley de Migración y su Reglamento, durante el ingreso, estancia y salida de todas las personas migrantes en el territorio nacional, y observar puntualmente los protocolos sanitarios definidos por el Gobierno de México durante la emergencia sanitaria derivada del COVID-19.
Además, aclararon que el Instituto Nacional de Migración tampoco se ha encargado de promover las caravanas de personas nacionales y extranjeras por México.
Por ello, informaron que se mantendrán pendientes de que la internación de cualquier persona extranjera se lleve realice con total respeto y salvaguarda a los derechos humanos, “con atención mayor a los grupos vulnerables, como niñas, niños y adolescentes, y sin discriminación por origen, nacionalidad, religión o condición social o económica”.