Por primera vez en décadas, los científicos lograron encontrar pruebas que indican que la capa de ozono sobre la Antártida se está recuperando. En el año 2000, ésta alcanzó su máximo histórico (25 millones de kilómetros cuadrados), pero desde entonces, se ha reducido 4 millones de kilómetros cuadrados. Area que corresponde más o menos al tamaño de India. En los años 50 se descubrió el agujero de la capa de ozono y en los 80 se confirmó la gravedad del asunto. Ahora, las cosas finalmente están tomando otro rumbo…Un rumbo lento pero positivo.
Los científicos atribuyen este hecho a la eliminación gradual de sustancias químicas que fueron prohibidas después de la firma del Protocolo de Montreal (1987).
Específicamente se centran en mencionar el compuestos orgánicos clorados (CFC), producto utilizado en la limpieza en seco, la refrigeración, los desodorante en aerosol y las lacas. Además, resaltan el daño que causan algunos fenómenos naturales, como las erupciones volcánicas. Si bien los volcanes no emiten el CFC, si una gran cantidad de partículas que ascienden a la atmósfera y favorecen las reacciones que destruyen el ozono.
¡Esto es grande!
“Es simplemente extraordinario. Esta fue una era en la cual la cooperación internacional funcionó bastante bien en algunos aspectos. Me inspiró la forma en que lo países desarrollados y subdesarrollados pudieron trabajar juntos para lidiar con el agujero en la capa de ozono. Ahora podemos estar seguros de que las cosas que hemos hecho han puesto al planeta en un camino para la sanación”
-Susan Solomon- Geóloga del MIT (Massachusetts Institute of Technology, en Boston).
Si las cosas siguen así, los resultados en unos años serán muy positivos. Especialmente en términos de salud.
Esto se de debe a que el daño en la capa de ozono (la protección natural más importante contra la radiación ultravioleta del sol) tienen un gran impacto sobre la piel, los ojos y el sistema inmune. Entonces, si ésta se sigue recuperando, podrían evitarse millones de casos de cáncer de piel.
No es la primera vez que se muestra una disminución en la influencia del compuesto químico que afecta la capa de ozono.
Pero si es la primera vez que un estudio evidencia “las primeras huellas de curación” y un crecimiento activo de las capas. Y aunque la recuperación total será muy lenta, es sin duda un primer e importante paso.
“No esperamos ver una recuperación completa hasta el año 2050 o 2060, pero hemos empezado a ver que en septiembre, el agujero de ozono no es tan malo como solía serlo”.
-Susan Solomon-
Sigamos así. Sigamos recuperando lo que nos pertenece. Sigamos curando lo que hemos destruido.
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Por primera vez en años, hay evidencias que indican que la capa de ozono se está recuperando
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