María Rosa Alonso enalteció la literatura en tiempos de guerra y exili

La crítica literaria, ensayista y docente María Rosa Alonso es recordada a cinco años de su muerte, ocurrida el 28 de mayo de 2011, como una de las principales voces de la intelectualidad española y cuyos textos tuvieron gran influencia en la época de la Guerra Civil Española (1936-1938).

Según su perfil biográfico publicado en el portal de la Academia Canaria de la Lengua, María Rosa Alonso nació el 28 de diciembre de 1909 en Tenerife, España, y pasó su niñez en San Cristóbal de la Laguna.

Desde muy joven mostró interés por las letras, terminó el bachillerato en 1927 y dos años después comenzó a trabajar con el seudónimo “María Luisa Villalba” en los periódicos “La Prensa”, “La Tarde” y “Hoy”.

Ya ubicada en el ámbito humanístico, gracias a sus actividades culturales y buenas calificaciones obtuvo una beca del Cabildo para estudiar la licenciatura en Filología Moderna en la Universidad Complutense de Madrid.

Su formación superior se vio obstaculizada al estallar la Guerra Civil Española, mientras ella disfrutaba de unas vacaciones en su isla natal, el conflicto bélico la hizo suspender su vida literaria y académica en Madrid por algunos años.

Sin embargo, Alonso no dejó de escribir y en 1940 publicó sus dos primeras obras: “Signo de Tenerife: Artículos, notas, crónicas” y “Una poetisa, Victorina Bridoux 1835-1862”.

Por conflictos con el régimen perdió su beca, lo que la orilló a buscar trabajo y conseguir sus propios medios para trasladarse a Madrid y terminar su carrera.

De acuerdo con datos del diario “El país” María Rosa Alonso estudió la historia de poetas y poesías relacionadas con su tierra, además perteneció a la generación de libre pensadores españoles guiados por José Ortega y Gasset (1883-1955) y Julián Marías (1914-2005).

Como profesora inició su trayectoria en 1942 en el cuerpo académico de la Universidad de la Laguna, en los siguientes años continuó trabajando en su literatura y en sus clases.

Los reconocimientos por su trabajo literario no se hicieron esperar y en 1944 la Real Sociedad Económica de Amigos del País premió y editó su obra “Un rincón tinerfeño, la Punta del Hidalgo”.

También recibió el Premio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por su obra “Canarias en su alma y expresión literaria”; un año después publicó “Las Palmas de Gran Canaria Con la voz del silencio”.

Para 1947 fue contratada de tiempo completo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Laguna. Empezó a escribir para las publicaciones “El Día”, “Arbor, Arte y Letras”, “Cuadernos de Literatura”, “Poesía española” e “Índice e Ínsula”.

Un año después obtuvo el doctorado con “El Poema de Viana: Estudio histórico-literario de un poema épico del siglo XVII”, en la Universidad de Madrid.

En la década de 1950 publicó su novela “Otra vez”, la cual fue criticada por escritores famosos de aquella época como Domingo Pérez Minik (1903-1989), José María de Cossío (1892-1977), Ramón García Sol (1913-1994), Sebastián Padrón Acosta (1900-1953) entre otros.

Debido a problemas con el régimen político de aquel entonces, después de la publicación de su libro de ensayos “Pulso del tiempo” en 1953 se tuvo que exiliar en Venezuela, donde continuó su labor docente y periodística.

Impartió la materia Filología Española en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Los Andes, donde asumió la organización y publicación de la revista de la facultad “Humanidades”.

En su ocupación periodística en la década de 1960 publicó “Residente en Venezuela”, donde habla sobre preocupaciones y visiones propias de este país.

Su trayectoria en Venezuela fue reconocida con La Medalla de Bronce el “Orden 27 de junio” por el Ministerio de Educación de Venezuela, un año después recibió el Diploma de Honor y Medalla de Plata en reconocimiento a los servicios prestados a la Universidad.

Fue invitada al primer Congreso Internacional de Hispanistas en Oxford y al segundo Congreso Internacional de Estudios Verdianos, en Verona.

En los siguientes años publicó obras como: Papeles Tinerfeños (1972), La ciudad y sus habitantes de Tenerife (1989), Las Generaciones y cuatro estudios (1990).

A lo largo de la década de 1990 fue nombrad Miembro de Honor del Instituto de Estudios Canarios y recibió Doctora Honoris Causa por la Universidad de La Laguna.

En sus últimos años recopiló sus artículos en “La Luz llega del Este”. En 1998 regresó a su ciudad natal y colaboró con el diario “El día”, sin embargo, los problemas con su vista la obligaron a reducir su ritmo de trabajo.

La escritora María Rosa Alonso, cuyas obras se caracterizaron por plasmar sus inquietudes políticas, sin dejar de lado su ciudad natal, murió a los 101 años de edad, el 27 de mayo de 2011.