Durante más de 60 años Hanako permaneció en cautiverio en una jaula de concreto en el zoológico Inokashira Park, ubicado en Tokio (Japón). Sin acceso a zonas verdes ni a un solo compañero de su misma especie, el estado de Hanako llamó la atención de visitantes que evidenciaron el precario ambiente en el que la elefanta estuvo confinada.
Su caso tuvo especial atención cuando en octubre de 2015 Ulara Nakagawa, una visitante, denunció al zoológico:
“Me conmocioné y me consterné al ver las condiciones de su confinamiento, en lo que yo creo que es uno de los zoológicos más crueles y arcaicos en el mundo moderno. Completamente sola en un pequeño recinto de cemento sin absolutamente alguna comodidad o estimulación proporcionada, se quedó allí casi sin vida, como una figurita”.
A pesar del descontento general que despertó la denuncia de Nakagawa, el zoológico se negó a liberar a Hanako en un santuario, argumentando que ella era feliz y estaba en buenas condiciones de salud.
En marzo de este año, el zoológico confirmó que implementaría los consejos de Carol Bucley, una experta en cuidado animal, para mejorar sus condiciones.
Sin embargo, se confirmó que la elefanta murió el jueves 26 de mayo en horas de la tarde.
Hanako nació en Tailandia en 1947 y fue enviada a Japón en 1949 como un símbolo de amistad y también para ocupar el lugar de los elefantes que murieron de hambre durante la II Guerra Mundial.
Al crecer sin compañía, desarrolló un comportamiento agresivo y en varias ocasiones atacó al personal del zoológico, por lo que permaneció encadenada por muchos años.
El caso de Hanako debería ser el último de un elefante encerrado.
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Post y Contenido Original de : UPSOCL
La elefanta más triste del mundo murió a sus 69 años encerrada en una jaula de concreto
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