CANNES, Francia, 11 mayo (Reuters) – El director Pawel Pawlikowski niega ser un nostálgico de la Guerra Fría, pero sus tensiones geopolíticas y su falta de distracciones tecnológicas modernas la convierten en la época perfecta para ambientar una historia de amor condenado, dijo el viernes.
El cineasta, que ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2015 por “Ida”, que transcurría también en la era comunista, compite por la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes con “Cold War”, un romance que se mueve hacia adelante y atrás entre las granjas de campesinos de Polonia y los clubes de jazz de París en los años 40 y los 60.
Zula es una mujer bella y dura que consigue un puesto en una escuela para artes escénicas tradicionales establecida para promover una imagen nacionalista de la Polonia de posguerra, donde el apuesto Wiktor es director musical.
Al principio de su relación clandestina, ella admite estar espiándole para las autoridades, y ese acabará siendo el primero y quizás el más pequeño de los muchos problemas que el clima político impondrá sobre la relación.
En su crítica de cinco estrellas en The Guardian, Peter Bradshaw calificó “Cold War” como “una película misteriosa, musicalmente gloriosa y visualmente deslumbrante”, con “una frescura exquisita”.
Al ser preguntado por las razones que hacen de la Guerra Fría un buen telón de fondo para situar un drama romántico, Pawlikowski dijo: “En aquella época había muchos obstáculos y el amor es, en gran medida, un asunto relacionado con la superación de obstáculos”.
El filme también está inspirado en su experiencia personal, ya que Pawlikowski, de 60 años, vivió en el exilio fuera de Polonia desde los 14 años, cuando su madre bailarina escapó con él a Occidente. Los protagonistas de “Cold War” llevan los nombres de sus padres fallecidos.
“Hay muchas cosas en común entre esta pareja y mis padres”, afirmó. “Eran una pareja desastrosa que se enamoraron, se separaron, volvieron a enamorarse, se casaron con otras personas, volvieron a juntarse, cambiaron de países, se separaron, se reunieron de nuevo y así. No es su retrato, pero hay mecánicas similares en su relación”.
(Reporte de Robin Pomeroy; editado en español por Carlos Serrano)