En él la actriz señaló: “Durante casi dos décadas, me he mordido la lengua e incluso he puesto excusas a ciertos hechos que me siguen traumatizando” y añadió “Joss Whedon abusó de su poder en numerosas ocasiones mientras trabajamos juntos en los sets de ‘Buffy, cazavampiros’ y ‘Ángel’. A él su mala conducta le parecía entretenida, pero solo sirvió para intensificar mi ansiedad a la hora de actuar, para hacerme sentir vulnerable y alejarme de mis compañeros”.

La histrión norteamericana aseguró que los incidentes terminaron causándole un dolor físico crónico que aún sufre y que terminó aislándose. También en sus declaraciones se refirió a las acusaciones de Ray Fisher contra el director Whedon por el presunto maltrato sufrido durante el rodaje de ‘Justice League’, afirmando que esa denuncia pública la abatió. “Ha creado ambientes de trabajo hostiles y tóxicos desde los comienzos de su carrera. Lo sé porque lo he vivido en primera persona. Repetidamente”, añadió.

En el comunicado, menciona varios episodios vividos con el creador, como cuando la amenazaba constantemente con despedirla. No es el único desplante que sufrió por parte de Whedon: “Me llamaba ‘gorda’ delante de mis compañeros cuando estaba embarazada de cuatro meses y pesaba 57 kilos”. “Era malvado y mordaz, denigrando a otros abiertamente y a menudo elegía a sus favoritos, provocando que la gente compitiera y rivalizara por su atención y aprobación”.

En otro de los incidentes que relata, el creador se reunió con ella para echarle la bronca por un tatuaje de un rosario que se había hecho “para sentirme más anclada espiritualmente en un clima de trabajo cada vez más volátil que me afectaba físicamente”. 

“Joss no cogió el teléfono intencionalmente a mi agente, haciendo que fuera imposible contactar con él para decirle que estaba embarazada”, asimismo señaló que “Cuando Joss supo de la situación, pidió una reunión conmigo. En aquella reunión a puerta cerrada, me preguntó si ‘me lo iba a quedar’ y con su manipulación utilizo mi femineidad y fe contra mí. Se rio de mis creencias, me acusó de sabotear el show y me despidió en la siguiente temporada, una vez ya había dado a luz”.

Charisma Carpenter también aseguró que, a los seis meses de embarazo, la obligó a trabajar de madrugada después de que su médico le hubiera aconsejado trabajar menos horas. Todo ello le terminaría provocando contracciones de Braxton Hicks.“En aquel momento, me sentía indefensa y sola”, afirmó, y añadió que la felicidad tras tener a su hijo se vio empañada por Whedon.

“Pese al acoso, una parte de mí aún buscaba su validación. Excusaba su comportamiento y reprimía mi propio dolor. Incluso dije en convenciones que volvería a trabajar con él”, recuerdó: “Ha sido recientemente, tras años de terapia y la llamada de atención del movimiento Time’s Up, cuando he entendido las complejidades de esta forma de pensar desmoralizada”. 

Denunció además que “Nuestra sociedad e industria denigran a la víctima y glorifican al abusador por sus logros”, del mismo modo aseguró que estas experiencias le han atormentado durante la mitad de su vida y que no había dicho nada antes por vergüenza. “Siendo un sentido de la responsabilidad con Ray y otros por haber mantenido en la esfera privada mi experiencia con Joss y el sufrimiento que me ha causado”, agregó:“Espero, al revelar esta experiencia, crear un espacio para que otros que han experimentado abusos de poder similares se curen”.

Charisma Carpenter también reveló que ha participado en la investigación que ha llevado a cabo Warner Media tras las acusaciones de Fisher y ha asegurado que el despido del histrión de la película ‘The Flash’ ha sido la gota que ha colmado el vaso para ella: “Aunque no me ha sorprendido, me ha dolido mucho”. “Como madre soltera cuya familia depende de mi trabajo, estoy asustada. Pese a mi miedo por el impacto de esto en mi futuro, no podía seguir en silencio. Esto es necesario. Es el momento”, concluyó.