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No aprendieron en la escuela o en deportivos profesionales, su aprendizaje fue en las calles en medio del riesgo y la escasez, aun así, el equipo varonil de fútbol de calle coronó por segundo año…

No aprendieron en la escuela o en deportivos profesionales, su aprendizaje fue en las calles en medio del riesgo y la escasez, aun así, el equipo varonil de fútbol de calle coronó por segundo año consecutivo a México en la “Homeless World Cup” 2016 que se disputó en Glasgow, Escocia.

Para participar en estos torneos es requisito indispensable haber sorteado situaciones de violencia, pobreza o alguna adicción. No hay límite de edad. El equipo mexicano es elegido y representado por la organización civil Street Soccer.

Adán Gutiérrez, nació y creció en Iguala, Guerrero, desde los siete años su única diversión era jugar con el balón, “fue un equipo muy humilde de barrio. Lo hacíamos como todo niño, como diversión, siempre perdíamos, siempre nos goleaban, pero nosotros no perdíamos ese ánimo por jugar”.

Al preguntarle a quien admira, inmediatamente responde que a su papá “siempre ha estado apoyándome, jalándome las orejas cuando lo necesito, cuando juego mal siempre es el que me está aconsejando, a él principalmente y pues si hablamos de futbolistas profesionales, Messi me gusta mucho como juega”.

Geovanni Guerrero de Aguascalientes cuenta que su camino no estuvo exento de tentaciones, “desde pequeño siempre he tenido amigos conflictivos pero creo que el fútbol me ha llevado a muchas circunstancias que me han abierto los ojos y poder hacer diferentes cosas para crecer como persona”.

Daniel de la Vega, portero del equipo ganador, cuenta que un año atrás pasó por un problema de adicciones, “mezclaba el alcohol con las drogas, con el pretexto de una cerveza no llegaba a mi casa y me metía a vecindades a drogarme. Yo no pedía ayuda, yo soy de voluntad, si yo me metí en eso, yo tenía que resolverlo, pero el fútbol me salvó”.

Por parte de los estados, en nuestro caso “Tlaxcala no nos apoyó, en Aguascalientes y Guerrero pasó lo mismo. El apoyo fue por parte de Fundación Telmex que llegó además a un acuerdo con el Comité Olímpico que nos dio hospedaje y comida”.

Tras el campeonato “nunca imaginado”, Alán no niega su emoción, “es un sentimiento que no se puede ni describir, es un sentimiento enorme, yo tengo dos hijas, ellas fueron mi motor, ya quiero llegar a Iguala porque tengo más de un mes que nos las veo y es lo primero que quiero llegar a hacer, verlas, abrazarlas”.

Actualmente, Alán está por terminar la preparatoria “ya tengo 25 años y estoy estudiando en una prepa para adultos”. Además, quiere contribuir con Street Soccer y Fundación Telmex, organización civil que patrocina a estos jugadores, “apoyar a muchos jóvenes que están en las mismas circunstancias para que no se vayan por los caminos fáciles”.

Geovanni Guerrero de 22 años dice que hasta que ya no pueda, seguirá practicando este deporte. Estudiaba ciencia del deporte pero por cuestiones de dinero lo dejó, “ahorita llegando voy a retomarla y voy a acabarla”.

Daniel de 26 años, tlaxcalteca pero radicado en los últimos meses en Ecatepec, Estado de México, quiere ayudar a otros jóvenes con problemas de adicción. Relata que el equipo no se visualizaba campeón.

“Visualizábamos trabajo y eso es lo que tratábamos de demostrar en cada partido, ya que nos dimos cuenta que en realidad estábamos en una final y dieron el silbido final, ya dijimos se logró. óSomos campeones!”

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Post y Contenido Original de : 20 Minutos
Campeones de las calles, triunfadores en Escocia
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