CIUDAD DE MÉXICO.

La saliva del pulpo rojo es un potencial elemento que contendría agentes contra la enfermedad de Alzheimer, ya que sus componentes químicos podrían contribuir al entendimiento en el mecanismo de esa afección: ‘no obstante, falta mucha investigación’, señaló en un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Liderado por Sergio Rodríguez, Facultad de Química de la UNAM unidad Sisal, Yucatán.

Según las investigaciones realizadas por Sergio Rodríguez y sus colaboradores en la máxima Casa de Estudios de México, se identificó que la saliva del pulpo rojo contiene un ‘coctel’ de polipéptidos, proteínas, aminoácidos libres, enzimas, iones y carbohidratos que representan dos fases primordiales durante el proceso de alimentación del animal investigado.

Dichas fases se dividen en la metabólica y la neurotóxica. Los resultados obtenidos en el laboratorio revelaron que el efecto neurotóxico es producido por moléculas diminutas, y cuando inyectamos sólo esta parte del veneno, notamos que las presas se paralizan durante dos horas y después regresan a la normalidad”, sin algún otro efecto secundario.

En este sentido, cuando el veneno fue sometido a diversos exámenes, se comprobó que sus compuestos metabólicos coadyuvan a la pre digestión, además de que las proteasas — enzimas que fragmentan las proteínas— matan a la presa y en lapso de 20 minutos, transformando la carne fibrosa en un gel fácil de ingerir.

A partir de estos resultados, los investigadores de la UNAM consideramos que estas enzimas podrían servir para fines industriales, como lo son ablandadores de carnes o en detergentes. La unidad de Química en Sisal es la única facultad que se encarga de estudiar las posibles aplicaciones de la saliva del pulpo”, para descubrir elementos que ayuden a diversos campos.

Finalmente, Sergio Rodríguez aseveró que también se realizan estudios de relacionados con la acuacultura —conjunto de técnicas y conocimientos relativos al cultivo de especies acuáticas — y biotecnología —empleo de células vivas para la obtención y mejora de productos útiles, como los alimentos y los medicamentos— de este cefalópodo, puntualizó.

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— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) 4 de enero de 2017

edd