El imprevisto ocurrió el jueves en Pensilvania. Karen Klein y su esposo Eric, rentaron un auto para ir con su hijo de 10 años, al Parque Nacional del Gran Cañón. Sin embargo no contaban con que la carretera principal estaría cerrada por mal tiempo, y su GPS los desvió del camino 45 km adentro del espeso bosque. Cuando la familia intentó regresar, el auto cayó en una cuneta.
El clima jugaba en su contra
No había ninguna señal de que hubiera personas cerca y estaba nevando fuerte, sin embargo Karen Klein, había sido atleta de triatlón y tomó algunos cursos de supervivencia. Así que se despidió de su esposo e hijo y, armada con un poco de agua y algunos refrigerios, iba decidida a buscar ayuda.
Creyó que la autopista principal más cercana estaba apenas a una corta caminata de distancia. Lo que no sabía que era la carretera principal había sido cerrada por el invierno, entonces la búsqueda de ayuda se tornó larga: decidió seguir caminando hacia la entrada del parque.
Para la tarde del viernes Eric sabía que no le quedaba mucho tiempo de espera con su hijo de 10 años. Así que se decidió a escalar con él una montaña donde hallaron señal para el celular y lograron contactar a los servicios de rescate.
Klein seguía sin regresar
Eric y su hijo recibieron tratamiento médico por congelación. Los alguaciles seguían en la búsqueda de la madre.
Se desplegaron todos los servicios de ayuda. Incluso un helicóptero de un condado cercano comenzó la búsqueda dentro y alrededor del parque Demotte, 19,3 km más adelante de la carretera principal.
Pero sólo fue hasta le media noche del sábado, que los rescatistas la encontraron. Estaba dentro de una choza de guardia que había sido cerrada por la temporada de invierno, ubicada en la puerta del borde norte del Gran Cañón. Klein llevaba casi 45 horas despierta y decidió romper una ventana para refugiarse entre unas mantas.
A duras penas seguía consciente después de la exposición al inclemente clima. Había escalado 41,8 kilómetros durante 30 horas seguidas. Y ahora se recupera en el hospital.
“Lo que la mantuvo andando es que ella no quería que su madre la enterrara. Ella no quería que su hijo creciera sin una madre”
-relató Haase, su hermana gemela.-
Según la versión de su hermana, en un punto Klein se quitó su zapato derecho para sacar un pedazo de hielo. Pero no pudo volver a ponérselo y decidió caminar los últimos 6,4 kilómetros sin su zapato. Ahora podría perder algunos dedos del pie, debido al congelamiento.
Impresionante lo que es capaz de hacer una madre por su familia.
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Post y Contenido Original de : UPSOCL
http://www.upsocl.com/familia/esta-madre-camino-418-kilometros-en-medio-de-la-nieve-tenia-que-salvar-a-su-familia/
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