Los Ángeles.- La justicia de Estados Unidos condenó hoy a cadena perpetua a Paul Ciancia, quien mató a un empleado de seguridad durante una balacera en el aeropuerto de Los Ángeles hace tres años, por cargos de asesinato, y tras evitar la pena de muerte. La sentencia, leída en una audiencia celebrada en una corte federal de Los Ángeles, "cierra un capítulo sobre un episodio horrible y aterrador que sorprendió a Los Ángeles y a la nación", dijo el alcalde angelino Eric Garcetti. Ciancia creció en los suburbios de Filadelfia y se mudó a Los Ángeles año y medio antes del ataque, y tenía una fijación con el personal de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), encargada de revisar a los viajeros en los aeropuertos, quienes no están armados. Tras el ataque, investigadores encontraron una nota dentro del equipaje de Ciancia, en la que criticaba a la TSA por tener "puntos de control nazis" y actuar como si "cada estadunidense es un terrorista". Para justificar su acción, Ciancia escribió a su hermana: "no hubo un ataque terrorista. Había un patriota enojado tratando de regar el árbol de la libertad". El 1 de noviembre de 2013, Ciancia fue llevado por un compañero de habitación a la tercera de las nueve terminales del aeropuerto Internacional de Los Ángeles, donde sacó un fusil semiautomático que disparó contra el oficial de la TSA, Gerardo I. Hernández. Luego, el agresor subió una escalera eléctrica hasta el puesto de control de seguridad, pero al ver que Hernández aún estaba vivo, regresó para dispararle otras 12 balas, según documentos judiciales. Ciancia retornó al puesto de control de seguridad, donde disparó contra otros dos agentes de la TSA, que trataron de huir y que resultaron heridos de bala, mientras un pasajero recibió un disparo en la pierna, mientras otros viajeros trataban de ponerse a salvo. Unos minutos después, agentes de policía se enfrentaron a Ciancia, a quien hirieron de un disparo en la cabeza, y que tras una cirugía y semanas de recuperación fue encarcelado. Las autoridades recuperaron 500 cartuchos de munición que Ciancia llevó al aeropuerto. Notimex