Gringo y pachuco

CIUDAD DE MÉXICO.

Omar González tiene esa pinta de granuja como el resto de los chicos del Pachuca que no rebasan los 23 años, sin embargo, en él son identificables las características que lo hacen uno de los veteranos del equipo.

El defensa central estadunidense ha encausado su talento en adaptarse a la rapidez del equipo y al entendimiento con los juveniles que más bien parecen una pandilla de chicos divirtiéndose en unas vacaciones de verano.

Omar entiende todo este tipo de cosas, por eso menciona sin soberbia, “podemos sentirnos como favoritos para ganar el torneo, primero porque somos los actuales campeones y luego porque somos buenos”, dice en un español trabado, el del chico texano hijo de padres regiomontanos.

Pachuca marcha aceitado en el torneo, incluso, de vencer a Cruz Azul y combinarse con una derrota de Tijuana, pudiera encaramarse al liderato.

Lo importante es terminar entre los primeros cuatro de la tabla porque esa posición nos brinda una pequeña ventaja al cerrar en casa, por eso necesitamos seguir jugando bien”.

Dice que le encanta el ambiente en el Pachuca, “hay jóvenes extraordinarios como Gutiérrez, Lozano o Pizarro, que además de buenos futbolistas son grandes humanos”, y que la competencia en la Liga MX es muy parecida a la MLS, comparaciones odiosas por la rivalidad entre selecciones de ambos países que bien conoce.

México intimida

Lo más probable es que Omar González esté presente en el campo el próximo 11 de noviembre cuando el Tri se enfrente a Estados Unidos en Columbus y de paso, ante el karma de haber perdido las últimas cuatro veces por el mismo marcador de 2-0.

González no evita hablar del juego que demanda a gritos, ganarse por orgullo, “viendo la lista es lo mejor que puede tener México. Van con todos los jugadores europeos y con Giovani (dos Santos). Va a ser muy difícil para Estados Unidos hacer goles y salir bien librado”.

Columbus ha sido una aduana peligrosa para México, donde el equipo de las barras y las estrellas celebra con letras mayúsculas cada triunfo.

Queremos empezar bien el Hexagonal de Concacaf. Columbus tiene mucha tradición para nosotros, desde el 2001 hemos ganado”, aseveró Omar. Lo que es una realidad para González, es que desea cantar de nueva cuenta ese estribillo burlón con tono gringo del: “¡dos a cero… dos a cero!”.