Hay momentos en la vida que se convierten en despedidas, incluso sin que lo tengamos pensado como tal. Y muchos de esos instantes, a su vez, parecen estar diseñados por el destino para que el último adiós sea imborrable. Quizá, algo así sucedió con Gustavo Cerati cuando en 2010 dio su último concierto, ese que lo vio cerrar el set en Venezuela de manera magistral con “Lago en el cielo”.
Esta canción, cargada por sí sola de una estela de magia inigualable, es recordada por ser la última que el ídolo argentino tocó en vivo antes del fatídico accidente cerebrovascular que lo dejaría en coma por cuatro años.
En todos los sentidos, fue el tema con el que el mítico ángel eléctrico de Buenos Aires se despidió y uno que sin duda, nos sigue llevando a un mejor lugar a través de sus melodías.
El duro camino de Gustavo Cerati hacia un nuevo disco
Para entender mejor “Lago en el cielo” y toda la mística que conlleva, es justo hablar un poco del disco en el que se encuentra: el aclamado Ahí vamos del 2006. Porque no es casualidad que una de las canciones más recordadas de su etapa solista, se encuentre en uno de los discos más recordados del astro argentino de la música.
Gustavo Cerati lanzó este material tras cuatro años de ausencia de su propio proyecto personal. Después de Amor amarillo, Bocanada y Siempre es hoy inspirados en las producciones electrónicas más innovadoras de la época, el músico bonaerense se preparó para regresar a su raíz más rockera; esa que alguna vez experimentó con Soda Stereo y el frenético Canción Animal.
Pero en medio del trajín del 2002 al 2006, a Cerati le pasó de todo. Iba de arriba para abajo y viceversa. De experimentar el éxito con sus primeros trabajos solistas, a sufrir algunas críticas de la bancada más cercana a Soda que no le perdonaban el cambio de aires.
Pasó de un divorcio con Cecilia Amenábar a reencontrar el amor en Deborah Del Corral, quien para muchos –incluso la propia madre de Gustavo– fue el gran amor del ex Soda Stereo. Y fue esta última quien de hecho, puso punto final a la relación con el compositor.
Ni siquiera en los momentos previos al lanzamiento de Ahí vamos, Gustavo Cerati tuvo algo de calma. El cantante incluso debió pausar momentáneamente la presentación del disco debido a una tromboflebitis causada por un coágulo, lo que le obligó a dejar por un periodo largo de tiempo el consumo de cigarro, del que era un asiduo consumidor.
Los golpes de la vida se dejaron venir y los avisos de una salud deteriorada por los años de excesos comenzaban a ser evidentes. Pero la música no debía dejar de sonar. Y entonces…
“Lago en el cielo” y su lugar en ‘Ahí vamos’
Ahí vamos significó una revolución musical total para la carrera de Gustavo Cerati de muchas maneras y hay muchos detalles que hacen de este un disco único. Se trata de un material en el que el argentino retomó la textura rockera como punto central, con guitarras cargadas de distorsión. La portada, con Cerati levantando una guitarra, es la esencial del trabajo musical hecha imagen.
En la placa también colaboran muchos viejos conocidos como Tweety Gonzáles e incluso Benito, el hijo de Gustavo, quien tiene créditos como compositor en la icónica “Adiós”.
Y si a los premios nos vamos, Gus arrasó con varios Grammys Latinos, también con los Premios MTV (cuando estos valían algo de reconocimiento) y los Premios Gardel en Argentina. Ningún disco, ni siquiera de Soda, le había válido tantos galardones al ya legendario astro de Buenos Aires.
“Sin que tuviera un preconcepto, eliminé naturalmente todos aquellos lugares raros o ambientales que había utilizado en discos anteriores; simplemente porque las canciones no lo necesitaban”, dijo Gustavo Cerati sobre Ahí vamos en declaraciones recogidas de El Clarín.
“La diferencia que veo es que este álbum es más rockero, más guitarrero y posiblemente menos disipado en cuanto a las vertientes; va más al punto, tiene como un sonido vector que viene por el lado de la guitarra. Y veo al título como arengador, como un grito de batalla“, complementó.
Pero dentro del disco y esas guitarras llenas de distorsión, había una canción más suave e hipnótica que los otros 12 tracks que la acompañan. “Lago en el cielo” era la balada emotiva del disco, la que se hizo para erizar la piel.
La que de hecho marcaría la pauta y se convertiría, junto a “Crimen” y la ya mencionada “Adiós” en los sencillos más memorables del compilado; una canción clásica de la que el propio Gustavo hablaba con cariño especial.
El tema, con todo lo ambigua que puede parecer la letra, tiene un mensaje específico: es la idea de reencontrarse con el amor, de conocer a alguien y conectarse sin tener miedo, pero sí con paciencia. Es la invitación a dejar el pasado y aventurarse a “sentir alguno que nunca sentiste”.
El video musical de “Lago en el cielo”
El video musical –dato curioso– se realizó con varios clips enviados por fans mediante un concurso que Gustavo y su equipo lanzaron. Más 400 seguidores concursaron y solo 34 tuvieron la fortuna de ver sus imágenes en pantalla. ¿Y por qué era tan especial esta canción para Cerati? Bueno, el mismo lo dice en el fragmento de alguna entrevista que ronda por internet:
“‘Lago en el cielo’ para mí es la perla del disco. Lamentablemente tomo partido por ese tema… esa es una canción que salió así, de una. Es la canción de amor del disco aunque tiene algo muy potente sonoramente.
“Y es una cosa que a veces uno siente que ante una relación, uno le pone mucho gas, la empuja mucho, quiere que sea determinada la manera y la canción me sirvió un poco para reforzar algunas ideas de decir: ‘bueno, vamos despacio. Yo sé que todo esto está bien increíble, que vamos para el mismo imaginario, que vamos para el mismo lugar. Pero vamos despacio’”.
La última canción que Gustavo Cerati tocó
Durante la gira de Fuerza Natural, Gustavo Cerati dio su último concierto el 15 de mayo del 2010 en el Estadio Simon Bolívar de Caracas, Venezuela. Era el cierre de un agotador pero exitoso tour y la vuelta de página para Cerati y su equipo. Pero como dijimos, al principio de esta nota, las despedidas a veces llegan sin que así lo queramos.
En aquel show, “Lago en el cielo” fue la canción que cerró el set y cuando todos estaban en camerinos, Gustavo tuvo una descompensación de la que se informó en un primer momento, se recuperaba favorablemente.
La situación no evolucionó así y luego de ser trasladado a Argentina, pasó lo que todos conocemos: un accidente cerebrovascular que eventualmente lo llevó a estar en como durante cuatro años, hasta su fallecimiento el 4 de septiembre del 2014.
“El universo se va disponiendo de cierta manera. Si uno no se contrapone a ello, no fuerza demasiado las cosas, es cuestión de estar con los ojos abiertos. Por algo ocurren las cosas. Lo digo más allá de un sentido místico; es real. Realmente siento que el cosmos se confabula... Si uno no se pone en contra de eso, las cosas te llevan…”, decía Cerati en el documental de Ahí vamos.
Quizá ahora más que nunca, esa declaración hace sentido sobre una despedida que no esperábamos y que tiene a “Lago en el cielo” como la última joya sonora que la leyenda musical argentina dejó en un escenario.
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