En el nuevo año, practica el amor propio con un ritual que te recuerde la importancia de regalarte momentos de silencio a quienes no lo necesitan y de alejarte de aquellos que no valoran tu presencia.
Realizar este hechizo es importante y hermoso, ya que al amarte a ti mismo, todo lo demás vendrá por añadidura.
Por lo tanto, para lograrlo, requerirás:
Para lograrlo, durante la noche de fin de año, debes tallar tu nombre en una manzana con un cuchillo.
Luego, coge el espejo y mira tu reflejo en él. Observa los cambios, recuerda los momentos y valora cada instante que has pasado contigo mismo.
Recuerda que tú eres lo único que siempre tendrás contigo, por lo que si necesitas perdonarte algo, es el momento de hacerlo.
Para poder amarnos a nosotros mismos, es importante aceptar que somos imperfectos, debemos reconocer nuestros errores y apreciar nuestras cualidades positivas.
Comunica a tu reflejo tus pensamientos más profundos y luego date el amor y la compasión que has dado a los demás una vez que hayas terminado.
Después, perfora un agujero en la parte inferior de la manzana, lo bastante amplio para que la vela pueda colocarse de manera estable en su interior.
Luego, pon miel en la manzana y espolvorea canela sobre ella. Después, enciende la vela y repite las palabras indicadas.
Repito tres veces seguidas: "Me quiero, me respeto, me perdono". Luego repito nuevamente: "Me quiero, me respeto, me perdono".
Al sentir el calor de la vela, experimenta cómo esa energía cálida se extiende por todo tu ser, desde el cuerpo hasta el corazón.
Coloca la manzana en el plato por una semana, durante la cual absorberá todos los pensamientos negativos y sentimientos que hayas acumulado hacia ti mismo a lo largo del tiempo.
El octavo día, la persona tira una manzana en un cruce de caminos.
