Miles de indígenas tzeltales y tojolabales protestaron en Chiapas para exigir la aparición con vida de 20 ejidatarios que fueron secuestrados por un grupo armado en el municipio de Altamirano el martes pasado. Esta manifestación es una expresión de la indignación y la demanda de justicia por parte del pueblo.
Aproximadamente 4 mil personas de las comunidades indígenas tzeltales y tojolabales se reunieron el viernes para protestar y pedir que los 20 ejidatarios del municipio de Altamirano, en Chiapas, que fueron secuestrados por un grupo armado el martes, sean encontrados con vida. Esta marcha es una expresión de la comunidad que busca justicia y muestra la solidaridad de la gente que asiste por su propia voluntad.
Un grupo de alrededor de 4 mil personas pertenecientes a las comunidades indígenas tzeltales y tojolabales se reunieron el viernes pasado para demandar que se encuentre con vida a 20 agricultores del municipio de Altamirano, en Chiapas, quienes fueron secuestrados por un grupo armado el martes.
Jenyfer Sánchez, quien tiene un familiar secuestrado, expresó que esta marcha representa la voz del pueblo que exige justicia y pide al gobierno la liberación con vida de nuestros hermanos indígenas que fueron secuestrados el 10 de octubre en la carretera Chanal-Huixtan. El pueblo está presente en esta marcha para mostrar su solidaridad y apoyo.
Las personas que participaron en los grupos estaban compuestas por los seres queridos de aquellos que fueron secuestrados, así como por los habitantes de las 109 comunidades y 11 barrios, incluyendo a los pueblos indígenas.
La manifestación tuvo lugar en medio de una situación de violencia causada por bandas armadas pertenecientes a la delincuencia organizada, paramilitares y grupos de autodefensa en el estado de Chiapas, especialmente en la región fronteriza con Guatemala.
Durante este año, los pueblos originarios en Chiapas han observado una situación de gran tensión que se asemeja a una "guerra civil", debido a los conflictos armados. Estos enfrentamientos han resultado en asesinatos, desapariciones y desplazamientos forzados, especialmente en las comunidades indígenas y aquellas relacionadas con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Las personas que protestaron llevaron carteles, mantas y globos de color blanco, con mensajes como "Detengan los secuestros, liberen pronto" y "Gobernador, preste atención a Altamirano, exigimos que libere de inmediato a nuestro compañero".
En medio de acusaciones de abuso de poder por parte de los líderes de Altamirano, así como de acoso y asesinatos cometidos por un grupo armado llamado "Autodefensa 14 de agosto", se llevó a cabo una marcha en protesta contra estas acciones y en defensa de la sociedad civil.
Según los residentes de Altamirano, un municipio, informaron a EFE que hay alrededor de 20 personas secuestradas, entre ellas los líderes de la comunidad.
Un grupo de más de 100 habitantes que habían viajado a Tuxtla Gutiérrez, la ciudad principal de Chiapas, para tener reuniones con autoridades y legisladores y buscar una solución al conflicto que afecta a la región, fue detenido por hombres armados, con el rostro cubierto, vestidos con ropa militar y chalecos negros.
Arturo García, un residente, solicitó al Gobierno federal y estatal que tomen las medidas necesarias debido a que han pasado 48 horas sin tener información sobre el estado de sus compañeros.
Después de la marcha, llevaron a cabo un encuentro frente al edificio de la Presidencia Municipal, en el cual culparon al gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, de la situación de los secuestrados.
Con el objetivo de garantizar la seguridad y ejercer presión, los bloqueos de carreteras se mantendrán hasta que el Gobierno restablezca el orden, rescatando a sus colegas con vida y eliminando por completo al grupo "Autodefensa 14 de agosto".
Basado en datos proporcionados por la agencia
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