En las últimas noticias, el Papa Francisco ha instado a Europa a mostrar una acogida justa y a ampliar las opciones legales para los migrantes. Durante su encuentro con el presidente Macron, el Papa reiteró su petición de no ignorar la tragedia de la migración y de no cerrarse ante ella.
El papa Francisco le recordó al presidente Macron la importancia de no ignorar el problema de la migración y de no quedarse indiferentes ante este drama.
Durante su participación en los Encuentros Mediterráneos en Marsella, el papa Francisco instó a Europa a recibir a los migrantes de manera justa y a ampliar las opciones de entrada legal en la medida de lo posible. Según el papa, el rechazo no es la solución ante esta problemática. Estos encuentros son organizados por la Iglesia católica y se llevan a cabo en el sur de Francia.
En el Palais Du Pharo, el papa se dirigió al presidente francés, Emmanuel Macron, a los aproximadamente 60 obispos y grupos de jóvenes presentes en el salón de actos. El papa destacó el sufrimiento que más resuena, convirtiendo el "mare nostrum" en "mare mortuum", y realizó un llamado a Europa.
En una audiencia que incluía a figuras importantes como el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y el vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas, se hizo una impactante afirmación sobre el Mediterráneo. Se describió como un lugar que ha pasado de ser el origen de la civilización a convertirse en un lugar donde la dignidad de los migrantes se ve aplastada, representando un grito silenciado de hermanos y hermanas migrantes.
Se resalta que es evidente que hay dificultades para recibir, proteger, fomentar e incluir a las personas que no son deseadas, pero no se debe priorizar el bienestar propio, sino la protección de la dignidad humana.
Insistió en pedir que no nos quedemos indiferentes ante el drama de la migración y señaló que la Historia nos está llamando a reflexionar y evitar que la civilización se hunda.
Para combatir la problemática de la explotación de seres humanos, la solución no consiste en negar la entrada, sino en asegurar, dentro de las capacidades de cada uno, un gran número de vías legales y regulares de migración, sostenibles gracias a una acogida justa por parte de Europa, en colaboración con los países de origen.
Y hizo hincapié en que decir "basta" significa ignorar la situación; tratar de salvarse ahora resultará en una tragedia mañana, cuando las generaciones futuras nos agradecerán si hemos logrado crear las condiciones necesarias para una integración imprescindible. No hay una invasión ni una emergencia.
Francisco observó que algunos puertos del Mediterráneo han sido cerrados, lo cual ha generado preocupación en la gente debido a las palabras "invasión" y "emergencia".
La persona destacó que no deberíamos usar la palabra "invasión" porque aquellos que se arriesgan en el mar en busca de una vida mejor no están invadiendo, sino buscando refugio y acogida.
Según el papa, el fenómeno migratorio no debe ser visto como una situación de emergencia temporal, utilizada con frecuencia para generar propaganda alarmista, sino como una realidad presente en nuestro tiempo.
El gobierno de Giorgia Meloni, que pertenece a la ultraderecha en Italia, ha declarado una situación de emergencia debido a la llegada de migrantes al país. Hasta ahora, alrededor de 120 mil migrantes han llegado a Italia en lo que va del año. Recientemente, se vivió una crisis humanitaria en la isla italiana de Lampedusa, donde en pocos días llegaron 10 mil personas y fueron alojadas en un centro de acogida diseñado para albergar a unas 300 personas.
En respuesta a la situación, la primera ministra de Italia y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visitaron la isla. Durante su visita, von der Leyen anunció un plan de acción europeo para controlar la inmigración y colaborar en la gestión de los traslados de migrantes que llegan a las costas italianas.
El papa hizo un llamado a enfrentar el fenómeno migratorio que afecta a tres continentes alrededor del Mediterráneo, instando a los líderes europeos a gobernar con sabiduría y responsabilidad para hacer frente a las dificultades que esto conlleva.
En relación con la integración, el papa expresó que es un desafío complicado y alertó sobre los peligros de ignorar las diferencias. Esta falta de consideración permite que las ideas prevalezcan sobre la realidad, lo cual pone en riesgo el futuro, aumenta las divisiones y fomenta la aparición de comunidades cerradas que generan hostilidad e intolerancia.
Durante su discurso extenso, Francisco enfatizó la importancia de recibir a los migrantes como si fueran hermanos y recordó la responsabilidad de practicar la caridad hacia ellos.
Según datos proporcionados por la Agencia E
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