Londres, 18 may (EFE).- Al mismo tiempo que el mundo conocía la plaga, el artista británico David Hockney agarró los pinceles del iPad en su caserón de Normandía y se puso a pintar la primavera. Cada día enviaba el fruto de su trabajo a un reducido grupo de amigos a los que la alegría y la vitalidad de las obras ayudó a superar el confinamiento. Ahora, superado el tercer cerrojazo en el Reino…