Los perros Xoloitzcuintles, famosos por su piel casi libre de pelo, son tesoros nacionales de México. De hecho, son una de las tres únicas razas nacionales reconocidas por este país, y tal vez la más antigua. Se trata de un perro de tamaño mediano que, a diferencia de otras razas, no es producto de la intervención humana sino de la naturaleza. Si quieres conocer la historia de estos animales, aquí te la compartimos, con información del American Kennel Club y la Federación Cinológica Internacional.
También te puede interesar: Qué raza es el perro de la película Coco y cómo saber si es original
Se trata de una raza que fue reconocida internacionalmente apenas de manera reciente. El AKC la reconoció en 2011, mientras que la FCI no elaboró su estándar hasta 2014. A pesar de que su origen es bastante antiguo, pues se cree que han vagado las tierras de México desde hace más de 3.000 años y su historia está firmemente ligada con las tribus indígenas nativas de ese territorio. Te contamos de donde salió este famoso perro sin pelo.
Orígenes del perro Xoloitzcuintle
De acuerdo con los registros históricos con los que se cuenta, estos canes aparecen en los diarios del famoso navegante Cristóbal Colón y otros exploradores europeos que llegaron a América. Incluso se dice que los españoles, que llegaron a colonizar lo que hoy es México, quedaron bastante sorprendidos cuando vieron por primera vez a estos animales y los confundieron con caballos enanos.
Excavaciones arqueológicas han demostrado que los Xoloitzcuintles habían hecho de México su hogar desde mucho antes de la llegada de los europeos. Al parecer, los antiguos aztecas o mexicas, uno de los pueblos indígenas y guerreros más poderosos del México prehispánico, los llamaron así en honor a su dios Xolotl, que tenía cabeza de perro.
Para los aztecas, los Xolos eran más que sus mascotas: eran sus guías hacia su descanso eterno. Creían que tenían que ser buenos con sus perros en vida, para que cuando muriesen estos los pudieran guiar al Mictlán, o al lugar de eterno descanso; de otra manera, sus almas se perderían para siempre. Y los querían tanto que se sabe que los enterraban junto a sus dueños, con joyas de oro y piedras preciosas.
También te puede interesar: 9 datos interesantes que tal vez no sabías sobre las razas de perros mexicanos
Salvados de la extinción
Estos animales sagrados para los mexicas fueron utilizados como fuente de alimento para los españoles. Y como estaba ligado a la religión y rituales indígenas, no les faltó razones a los europeos para intentar erradicarlos. De hecho, estuvieron a punto de extinguirse. Y sus poblaciones sólo se recuperaron hasta el siglo XX.
Los Xoloitzcuintles fueron adoptados como símbolos nacionales durante la Revolución Mexicana. Fueron un instrumento para intentar recuperar la cultura mexicana. Desafortunadamente, en la década de 1950 la Federación Canófila de México publicó que, si no se tomaban las medidas adecuadas, estos perros desaparecerían. Fue así como se inició una campaña para encontrar Xoloitzcuintles salvajes y trabajar para revivir la raza.
Tras décadas de lucha, la Federación logró que la raza fuese reconocida como patrimonio de la Ciudad de México en 2016. Y hoy, son considerados tesoros invaluables de la cultura mexicana.