Si ya has realizado alguna vez aquel experimento en donde al taparte la nariz intentas percibir el sabor de los alimentos sin éxito y te preguntas a qué se debe este fenómeno, aquí encontrarás la respuesta a cómo influye el olor en el sabor de tal modo que al taparse la nariz los alimentos no tienen sabor. La respuesta es sencilla, pero a la vez increíble: el sentido del gusto y el olfato se complementan.

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¿Cuál es el proceso del sentido del gusto?

El sentido del gusto es aquel que se encarga de percibir los sabores disueltos en los alimentos, estos son tomados por los receptores del gusto que se encuentran en las papilas gustativas, estos receptores traducen los datos que obtienen en información que transmiten al sistema nervioso central, el cerebro. En el cerebro los neuroreceptores reciben la información y junto con otros sentidos como la vista y el olfato transmiten  la experiencia del sabor, es un proceso que ocurre en menos de un segundo.

¿Cómo influye el olor en el sabor?

El sentido del gusto y el sentido del olfato comparten nervios y envían la información a regiones compartidas del sistema nervioso responsables de recibir estas señales, y de hecho, la información que se percibe desde ambos sentidos se complementa.

La razón por la que esto sucede se debe a que la percepción del sabor se crea en el cerebro con la información combinada del sentido del gusto y el olfato, siendo el sentido del olfato el primero en percibir las señales de los alimentos, algo que es esperado y habitual para el cerebro, la perecepción además se encuentran influenciada por las experiencias previas y por las expectativas. El cerebro espera siempre recibir primero la información del olfato para complementar la información del gusto, de tal modo que si no la recibe, no genera una percepción del sabor.

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Datos curiosos sobre el olfato y el gusto

La relación entre el sentido del gusto y el olfato forma parte de la evolución de los seres humanos, de tal modo que gracias a ella muchas personas han podido evitar poner en riesgo su salud consumiendo sustancias que les resulten de mal olor.

Todas las señales que los diversos sentidos envían al sistema nervioso central como producto de ver, oler, saborear y tocar los alimentos forman parte del resultado final e impactan en la percepción del sabor, pero hay más consecuencias. ¿Alguna vez te ha hecho daño una comida que te parecía desagradable de ver u oler mientras que a los demás no? en ocasiones este tipo de estímulo puede poner en alerta a tu cuerpo, y tratará de deshacerse del “alimento riesgoso” a toda velocidad.

¿Sabías que existe un quinto sabor? Además del dulce, salado, amargo y ácido existe el sabor “umami” que es el sabor que otorgan algunos alimentos de origen animal, y que se encuentra asociado al glutamato monosódico, su nombre surgió en la cultura japonesa, donde el encuentro de estos sabores se hizo posible.