En el campo de la ecología, es muy útil clasificar a las especies de acuerdo al tipo de alimentos que consumen y a los recursos del hábitat que aprovechan o de los que dependen para sobrevivir. Por esta razón, los científicos han dividido a los animales entre: especies generalistas y especialistas. National Geographic define a los animales generalistas como aquellos que pueden comer una gran variedad alimentos, y prosperar en diferentes condiciones y hábitats.
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Por otro lado, los especialistas son aquellos animales que mantienen una dieta muy limitada, sus requisitos de hábitats son más estrictos y puede que solo se encuentren en algunas partes del mundo. En esta ocasión, te compartimos la información más importante exclusivamente sobre los animales generalistas.
Características de los animales generalistas
Entre las peculiaridades que distinguen a las especies generalizadas, se encuentran:
- Aprovechan de mejor maneras los recursos del entorno.
- Suelen ser animales oportunistas, que se adaptan a la comida que está disponible en un momento determinado.
- Su valencia ecológica, o su importancia en el ecosistema, suele ser muy alta.
- Generalmente se trata de animales omnívoros, que consumen tanto alimentos de origen vegetal como otros animales.
- Les es más fácil adaptarse a los cambios ambientales que a los animales especializados.
- Son más fuertes ante una amenaza de extinción.
- También existen animales carnívoros o herbívoros que son especialistas, si pueden alimentarse de diferentes tipos de carne o plantas.
- Las plantas también pueden ser generalistas.
Ejemplos de especies generalistas
Los siguientes animales están clasificados como especies que tienen una dieta y estilo de vida generalista:
- Mapache.
- Gato montés.
- Coyote.
- Guereza abisinio (primate).
- Cangrejo herradura.
- Cucarachas.
- Perro.
- Rata.
- Cardinálidos (pájaros).
- El ser humano.
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Por el hecho de que son especies con mayor capacidad de adaptación, los animales generalistas se encuentran en menos peligro que muchos animales especializados. No obstante, esto no quiere decir que no se deben de cuidar. De hecho, no se debe dar por sentada su existencia, pues también se ven afectados por las intervenciones humanas, como la contaminación y las invasiones a sus hábitats.
