Las espectaculares cascadas de México te van a dar una razón más para querer viajar por el país y perderte en la naturaleza en tu próxima aventura. Y es que es fácil sentirse atraído por el llamado de lo exótico, lo desconocido y por los destinos lejanos que se encuentran en lugares diferentes y mágicos, pero todo buen viajero sabe que la aventura nunca está completa sin recorrer los destinos de su propio país y, en el caso de México, existe la fortuna de tener un poco de todo, historia, tradición, cultura y naturaleza sin importar a dónde vayan.
Entre las grandes joyas naturales que tiene el país se encuentran algunas cascadas impresionantes, algunas muy altas y otras más pequeñas, pero que crean paisajes que dejan sin palabras a los viajeros.
La lista se extiende del norte al sur del país:
Agua Azul, Chiapas
Esta cascada no es muy alta, pero no necesita serlo, sus aguas de color azul brillante y fuentes escalonadas lo compensan. Agua Azul es uno de los puntos más famosos de Chiapas y el agua forma pequeñas albercas naturales que cambian de color durante la temporada de lluvias.
La cascada además está rodeada por una espesa selva y se encuentra a solo 130 kilómetros de San Cristóbal de las Casas. Aquí pueden nadar o practicar rafting, además de que pueden llegar a Palenque fácilmente y quedarse en alguno de los hoteles pequeños donde pueden probar la mejor comida.
Misol-Ha, Chiapas
Agua Azul es la más famosa, pero Misol-Ha también es imperdible. Su nombre significa “agua que barre o caída de agua” y se trata de una cascada de más de 20 metros de altura que está a 20 kilómetros de Palenque.
Aquí pueden hacer el camino del mirador para llegar hasta la parte más alta de la cascada, donde pueden pescar un poco, nadar o pasar por detrás de la caída de agua para llegar a una gruta donde, según la leyenda, se realizaban ceremonias mayas.
Basaseachi y Piedra Volada, Chihuahua
Esta cascada de 246 metros de altura es la más alta de México, aunque se dice que Piedra Volada se vuelve más alta en la temporada de lluvias. Estas no son cascadas para nadar, sino para apreciar el paisaje y para hacer un poco de hiking en el Parque Nacional con un gran bosque de pinos.
Piedra Volada solo se ve durante la temporada de lluvias y se encuentra en la Barranca de Candameña, desde donde se alcanza a apreciar la Sierra Tarahumara. Al visitar el parque pueden contratar a un guía o tour para hacer hiking o escalada en roca.
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Tamul, San Luis Potosí
A esta cascada pueden llegar remando en un Kayak por el río Tampaón, así que es perfecta para los amantes de los deportes acuáticos.
Tamul es la cascada más grande de la Huasteca Potosina y tiene un increíble contraste entre el agua de color azul turquesa, las montañas y la vegetación. La cascada tiene una caída de 105 metros y se puede admirar desde abajo al recorrer cuatro kilómetros por el río, aunque también se hace un recorrido por el cañón donde puedes apreciar las cuevas y formaciones rocosas.
Cola de Caballo, Nuevo León
A 45 kilómetros de Monterrey, cerca del pueblo mágico de Villa de Santiago, pueden apreciar la cascada Cola de Caballo, que tiene una caída de 25 metros que se forma por aguas que bajan desde la Sierra Madre Occidental.
Este lugar es ideal para los amantes de la fotografía, pero también pueden preguntar a los guías dónde se encuentra el bungee más alto de México y cómo hacer un recorrido en tirolesa, para después descansar en su tranquila villa colonial.
GQ.