La Hiperplasia Prostática Benigna es una condición que afecta a muchos hombres y requiere de una visita al médico y se caracteriza por síntomas como mucha urgencia para orinar y luego tener dificultad para hacerlo. Según la Asociación Urológica Americana, como su nombre lo infiere la hiperplasia benigna de próstata es una condición que se da a partir de un diagnóstico histiológico, es decir en el tejido, definido como la proliferación en el número total de células del estroma y las epiteliales glandulares dentro de la zona de transición de la glándula “próstata”. Esto en palabras menos técnicas quiere decir que puede haber:
1: Un agrandamiento benigno de la próstata.
2: Una obstrucción benigna de la próstata y tal vez después;
3: Síntomas en el tracto urinario inferior.
Esta es una afección frecuente a medida que los hombres envejecen, de hecho la prevalencia alcanza el 60 por ciento cuando llegan a los 60 años y el 80 por ciento cuando tienen 80. Y la prevalencia de muchos de los síntomas urinarios tal vez molestos que la acompañan y que van de una severidad moderada a grave son del 26 por ciento, 33 por ciento, 41 por ciento y 46 por ciento cuando se ubican en los 50, 60, 70 y 80 años de edad, respectivamente. O sea que entre más avanzada la edad se batallará más con esta afección y sus síntomas.
Y aunque, aún no queda claro qué la provoca exactamente, podría según la Clínica Mayo deberse a cambios en el equilibrio de las hormonas sexuales a medida que transcurre el envejecimiento.
Algunos de los factores de riesgo para que se presente la Hiperplasia Prostática Benigna son:
- Envejecimiento: normalmente los síntomas aparecen después de los 40 años.
- Antecedentes heredo-familiares: es decir que alguno de sus padres o parientes lo hayan padecido.
- Diabetes y enfermedad cardiaca: se ha observado particularmente en hombres que tienen sobrepeso u obesidad y enfermedades crónicas, así como en personas con medicamentos beta-bloqueadores.
- Estilo de vida: desde las dietas sobre todo aquellas que son altas en carne roja y en hombres con una vida sedentaria.
Los síntomas más comunes son:
- Aumento en la frecuencia o que tengan mucha necesidad de orinar urgentemente.
- Necesidad de orinar mucho por las noches.
- Dificultad al comenzar a orinar.
- Que noten un flujo débil de salida de la orina o que se interrumpa y vuelva.
- Si hay goteo al final de la micción.
- Que sientan incapacidad para vaciar la vejiga.
- Infecciones del tracto urinario.
- Incapacidad para orinar.
- Sangre en la orina.
Estos síntomas estarían indicando de que padecen mucho estrés
Este problema cuando no se trata, muchas veces la vejiga se ve afectada, ya que se irrita cuando no hay una salida normal de la orina y obviamente, esto puede llevar a situaciones más serias que sí te forzarán a ir al médico:
- Sensación de quemazón o dolor al orinar.
- Sangre en la orina.
- No pueden orinar todo porque la uretra está bloqueada.
En cuanto al tratamiento existen cambios en tu estilo de vida que podrían ayudarlos a aliviar los síntomas tales como: orinar en cuanto sientas necesidad, evitar el alcohol o la cafeína antes de ir a dormir, establecer horarios para ir a orinar aun cuando no sientas ganas, reducir sus niveles de estrés ya que esto puede aumentar la frecuencia de las micciones, evitar el uso de medicamentos antihistamínicos o descongestionantes que hacen más difícil vaciar la vejiga, hacer ejercicio y practicar los ejercicios de Kegel.
Ya el tratamiento médico se basará en la severidad de los síntomas que presentes y pueden ir desde la mera observación de que no se agraven y estar a la espera haciendo chequeos constantes, la prescripción de medicamentos cuya mejoría de síntomas puede ir de un 30 a un 60 por ciento o hasta la cirugía y los tratamientos térmicos.
Pero lo más importante en este caso de la Hiperplasia Prostática Benigna, como en otros casos es acudir al médico para la atención del padecimiento.
GQ.