No todos los climas nos permiten conservar este delicioso fruto que además de regalar un exquisito zumo lleno de vitamina C, podemos incluirlo en recetas de postres, carnes y platillos principales gracias a su aroma único y especial.
Si olvidaste que tenías naranjas o simplemente decidiste comprar más porque no quieres quedarte sin ellas, en esta nota encontrarás cómo conservarlas por mucho tiempo frescas y saludables para comerlas en el momento que quieras.
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Cómo conservar las naranjas
- El primer dato interesante sobre las naranjas es que una vez que son cosechadas ya no pasan por un proceso de maduración a diferencia de otros vegetales como el mango o las manzanas, las naranjas comienzan su proceso de putrefacción.
- Si las colocas junto a otras frutas que si continúan su proceso de maduración está comenzarán a pudrirse más rápido por lo cual es necesario evitar ponerlas junto a este tipo de frutas.
- La opción ideal para su conservación es ponerlas en un frutero de vidrio o fibras naturales, por ejemplo: canastos de mimbre, tomando en cuenta esto, sepáralas del resto de las frutas.
- Procura no lavarlas hasta que vas a consumirlas, y si decides hacerlo procura esperar que estén completamente secas antes de refrigerarlas.
- Si decides consérvalas en el refrigerador deberás procurar el frío no pegue directamente en ellas y guárdalas en un cajón cubierto de papel que permita absorber la humedad y permitir que la fruta esté en mejores condiciones.
- Si percibes que una naranja comienza a podrirse lo mejor es retirarla del resto para que no se echen a perder todas juntas.
- Si las utilizas para hacer jugo, ponlas en un recipiente con agua antes de prepararlas.
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