Escribir literatura es uno de los artes más bellos que hay y algo tan maravilloso no podría ser mejor sin incluirle animales. A los niños les encantan las mascotas, como los perros, gatos, conejos, roedores e incluso animales exóticos como lo son las tortugas.
Los más pequeños tienen una imaginación inagotable, por lo que mostrarles cuentos donde sus mascotas son protagonistas o compañeras puede hacerlos muy felices. Puedes hacer un cuento tú mismo. La ventaja de los cuentos infantiles es que incluyen muchas imágenes, por lo que no es necesario ser un experto en literatura para conseguirlo, sólo debes seguir unos cuantos pasos.
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La importancia de lo visual
Por un lado tenemos lo visual. Las ilustraciones son una parte esencial de los cuentos para niños. Si no eres bueno dibujando, puedes buscar imágenes en Google o en alguna revista, para después recortarlas y pegarlas en tu obra. También podrías pedirle a tu pequeño que dibuje él mismo a su mascota. Esto creará un momento de convivencia divertido y agradable. Claro que estas sugerencias son para un cuento improvisado, si deseas hacer uno para publicar, deberás de conseguir un buen ilustrador.
Al momento de escribir
Si en tu historia la mascota es el personaje principal, deberás decidir si lo humanizarás, es decir, le darás una personalidad como si fuera un humano pero con apariencia de animal, o si mantendrás su esencia. Si eliges la última es necesario que investigues sus hábitos para darle al cuento verosimilitud.
Debes recordar que este tipo de obras necesitan decir mucho en muy poco espacio, ya que los niños podrían cansarse con tantas letras. Aunque seas tú quien lea, los pequeños se distraen con facilidad.
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¿Cómo escribir mucho en un espacio reducido?
Te brindamos algunos consejos para que esta tarea te resulte sencilla y rápida:
- Piensa en concreto de qué va a tratar la historia.
- Haz borradores o notas que te recuerden su linealidad.
- Los cuentos infantiles tienen un inicio, un nudo y un desenlace, tómalos en cuenta al momento de redactar.
- No divagues tanto en detalles irrelevantes, puesto que el niño podría confundirse y perder el hilo del cuento.
