En el mundo de Demon Slayer: Kimetsu No Yaiba está lleno de demonios aterradores que dejan traumatizados de una u otra forma a los personajes que sobreviven a ellos, pero no hay ninguno tan aterrador como aquel al que los mismos demonios le temen. Este es Kibutsuji Muzan, el demonio original del que todos los demás descienden.

Pero esto no siempre fue así, pues Muzan era como todos un pequeño niño humano, pero no era un simple humano, pues nació increíblemente enfermizo, al nivel que cuando nací su corazón ni siquiera latía, por lo que lo tomaron por muerto, hasta que a punto de ser cremado soltó su primer llanto.

Tiempo después Muzan descubriría que sufría de una rara enfermedad que le provocaría su muerte antes de los 20 años, por ello, temeroso de la muerte de su hijo, lo padres de Muzan le consiguieron un doctor que lo intentó todo pero sin éxito, o por lo menos así era hasta desarrolló una medicina experimental fallaría en un principio.

Las descubrir esto Muzan se llenó de ira lo que terminó con el doctor asesinado, cuando realizó este acto se dio cuenta que su cuerpo ahora era capaz de lograr grandes proezas lo que lo llenó de orgullo hasta que se dio cuenta que era incapaz de resistir la luz del sol volviéndolo un ser lleno de recelo con la humanidad a la cual veía con inferioridad, pero que a su vez eran capaces de vivir vidas plenas a diferencia de él.

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Así, Muzan buscó por todos los medios conseguir crear un demonio que pudiera resistir la luz del sol para captar sus genes y llevarse a él mismo al siguiente paso evolutivo. Al comenzar esta masacre de seres humanos la familia descendiente de Muzan decidió crear a los cazadores de demonios que se encargarían de erradicar el mal del mundo y romper la maldición que había caído sobre ellos cuando Muzan sobrevivió.